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El Partido Popular (PP) despreció ayer 18 veces la mano que le tendió el diputado Bartomeu Vicens, suspendido de militancia en UM e imputado en un proceso judicial por el que ha eludido la cárcel por su condición de diputado, para sacar adelante varias propuestas en la que se instaba al Govern a sacar adelante propuestas con las que los 'populares' están de acuerdo, como «reducir el número de asesores y altos cargos».

Vicens, como hace un año, se convirtió ayer en uno de los protagonistas de la última jornada del 'debate de la Comunitat' en que aprobaron 133 propuestas de resolución: 48 del PP, 22 del PSOE, 18 del Bloc, 16 de Eivisa pel Canvi, 10 de UM, 8 de AIPF y 11 de Vicens que, en tres ocasiones, votó sólo sus propuestas. Ningún partido le apoyó, ni siquiera UM. Como falló el marcador electrónico, se recurrió al voto a mano alzada, lo que hizo más evidentes los apoyos de uno y otro partido.

Vicens no intervino en la tribuna. Forma parte del Grupo Mixto y su portavoz en ese debate, Esperanza Marí, se limitó a decir que las propuestas de Vicens «quedan defendidas en sus justos términos». Salvo el PP, que rechazó cualquier tipo de votación (ni 'sí', ni 'no' ni abstención), los demás partidos votaron algunas.

La tercera jornada del 'debate de la Comunidad' es, sobre todo, una sesión de pasillos. Es decir, los portavoces de los grupos discuten entre ellos fuera de lo que se discute en el pleno. En nombre del Govern fue el conseller de Presidència, Albert Moragues, el encargado de estas reuniones. Moragues, en varias ocasiones, intentó convencer a Vicens de que retirara alguna de sus propuestas.

La Cámara sí aprobó una propuesta del PSOE en que se aboga claramente por «impulsar un plan de contención de gasto», aunque no dan detalles.