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Antich incluyó al PP entre los partidos en los que buscará apoyos para recuperar la estabilidad, lo que disgustó profundamente a sus socios del Bloc que vieron como si el PSIB tratara de aprovecharse del trabajo de todos.

Francesc Antich hizo este anuncio durante la rueda de prensa que siguió a un tensa ejecutiva, cuyas deliberaciones no quiso comentar, pero en la que se registraron voces divergentes. Antich sólo admitió que «hay muchas opiniones en una ejecutiva», pero lo que sí quiso dejar claro es que finalizado el turno de reuniones con los grupos, «se sabrá si el pacto está roto» y entonces se actuará en consecuencia.

Calvo, amago de dimisión
Fue claro al señalar que decida lo que decida (destituciones, gobierno en minoría o pactos puntuales con el PP), la medida afectará a «las tres instituciones», es decir, Govern, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma. La alcaldesa Aina Calvo, aunque Antich no quiso responder a una pregunta al respecto durante la rueda de prensa, había dicho que no aceptará «cualquier acuerdo». Llegó a comentar días atrás que antes dimitiría.

El que dimitió ayer, tal como se indica en esta misma edición, fue el conseller Nadal. Antich, en la rueda de prensa posterior a la reunión, agradeció la renuncia pero evitó enfatizar el hecho de que Nadal estuviera imputado en varios casos judiciales. Ante la pregunta de si estaba dispuesto a gobernar con imputados (otro conseller, Miquel Àngel Grimalt, también lo está), dijo que había que analizar los casos y que «también en nuestro partido hay imputados».

El puesto de conseller de Turisme no se cubrirá hasta que haya concluido la ronda de reuniones y sepa si se mantiene el pacto.
Críticas a los socios
La reunión de la Ejecutiva había despertado una gran expectación ya que parte de la misma daba por hecho que ayer mismo se tomaría la decisión de gobernar en minoría partiendo de la base que unas elecciones anticipadas, la «última opción» tal como la definió Antich, que tampoco descartó (aunque de forma bastante ambigua) la posibilidad de presentar una cuestión de confianza. En la reunión se formularon opiniones diferentes. Según lo señalado a este diario, hubo quien criticó por igual a UM y Bloc mientras que otros pensaban que era «suficiente» con que se marcharan «todos los imputados». Lo que ocurre es que también el PSIB tiene imputados y que la propia presidenta del Parlament lo está. Calvo teme que Nadal provocara más de un susto ante los problemas internos del partido.

Antich, en su rueda de prensa, aludió expresamente a que «los problemas internos de algunos partidos se trasladaban a las acción del gobierno».
Antich llegó a decir que «no hay estabilidad» y que corrían peligro los presupuestos. Al president le preocupó mucho que Bartomeu Vicens (suspendido en UM) votara con el PP en la Ley del Comercio.

El líder socialista, en una rueda de prensa un tanto confusa y cuyo resultado causó cierta sorpresa en el propio PSIB, abogó por dejar de lado ciertos «purismos», en lo que parecía ser una alusión bastante directa al Bloc o, cuando menos, a una parte del mismo, concretamente a EU. Al Bloc no le gustó nada ese punto y Biel Barceló dijo que «Antich confunde partido y gobierno».

De hecho respondió con la expresión «pues él mismo» cuando le dijeron que el coordinador de este partido veía con malos ojos que el PP se convirtiera en un posible aliado del PSIB para un gobierno en minoría.

Las reuniones con los portavoces se inician a las once de la mañana.