Había expectación por ver si llegaba o no el presidente del Govern, Francesc Antich, a la cena anual de entrega de galardones del Fomento del Turismo ayer noche en el hotel Valparaíso. Antich tenía claro que había que acudir, pasara lo que pasara, de ahí que su entrada en la recepción del hotel supuso un respiro para los «suyos» y para los organizadores del evento. El president no desaprovechó la oportunidad que se le brindaba y atajó cualquier tipo de duda sobre la estrategia política en materia turística que va a adoptar tras la dimisión de Miquel Nadal.
«Hoy ha dimitido el conseller de Turisme, pero les puedo asegurar que mi compromiso personal con la actividad turística de las Islas sigue intacto. Seguiremos con el trabajo que se ha venido haciento hasta ahora y lo implementaremos, contando siempre con la impliación y colaboración del sector turístico», sentenció Antich ante unos 200 representantes del mundo empresarial y turístico de Mallorca y de las Islas.
Agradeció en su discurso la labor realizada por Miquel Nadal y de todo su equipo. «Se ha hecho un buen trabajo y hemos de seguir por este mismo camino. Y les puedo asegurar, y este es mi compromiso personal, que no habrá demoras ni paréntesis», apuntó.
El president, ante un auditorio expectante, volvió a sentenciar que el «turismo es una cuestión de Estado y no permitiré que nadie impida la colaboración y la dinámica que hemos puesto en marcha con el sector turístico».
Y como botón de muestra de esto, Antich añadió que «el Govern ha hecho todo lo necesario para crear un marco legal, un marco financiero y un marco administrativo que facilite los procesos de modernización que necesita nuestro sector turístico».
Y como mensaje de esperanza, Antich indicó que con las más absoluta de las prudencias, «nuestar comunidad autónoma podrá ser una de las primeras autonomías en salir de la crisis si mejoran las economías de nuestros principales mercados emisores el británico y el alemán».
Las próximas elecciones para presidente del Fomento del Turismo tampoco escaparon a su análisis, puntualizando que las mismas no se tienen que politizar y que al frente de la entidad tiene que haber empresarios, lanzando así un mensaje subliminal a todos los candidatos.
Encrucijada del Fomento
Previamente, el presidente del Fomento del Turismo, Alvaro Middelmann, puso encima de la mesa las dificultades por las que va a atravesar la entidad. «Su futuro no está claro. Esta venerable institución, con 104 años de historia a sus espaldas, se encuentra en una encrucijada. La creación de la Fundación Mallorca Turismo obliga a reflesionar cuál debe ser en los próximos años la función del Fomento».
El actual clima político de crispación también fue objeto de crítica, ya que Middelmann puntualizó: «Aprovecho este punto para solicitar al mundo político que se deje de rencillas, ya que sólo sirven para distanciarle de los ciudadanos y crear desazón y desafección».
Una entrega anual de premios del Fomento del Turismo de Mallorca un tanto atípica, pero acorde con los momentos que vive el mundo empresarial, llenos de incertidumbres y falta de confianza. En cuanto a los galardones, Manuela Fernández recogió la medalla de oro a título póstumo a Juan Ferrer Moyá, así como Fernando Rotger, el diploma a la Finca Xorrigo, propiedad de su tío, Manuel Salas, recientemente fallecido; y Jaime Ensenyat, en representación del Casal de Cultura de Sóller. El presidente de Camper, Lorenzo Fluxá, recogió la placa de oro a Camper.
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