Bartomeu Vicens exigió al Pacte qeu respetase una enmienda pactada hace semanas.

TW
0

El diputado del grupo mixto Bartomeu Vicens provocó ayer la incertidumbre entre los distintos socios del Govern al exigir que se aprobase una enmienda a los presupuestos que están tramitándose en el Parlament. La reivindicación de Vicens, que había sido pactada hace semanas con el PSOE, provocó reuniones de urgencia, encuentros en los pasillos del Parlament y muchos nervios entre los diputados del Pacte. El Bloc se oponía a aceptar las pretensiones del diputado del mixto, que la pasada semana fue juzgado en el Tribunal Superior. Finalmente se llegó a un principio de acuerdo, pero PSOE y Bloc solicitaron que la votación de la enmienda se haga en el pleno que comenzará esta mañana.

En concreto, Vicens pedía un millón de euros más para el Institut d'Estudis Baleàrics a costa de una partida del área social. El Bloc se oponia, pese a que Vicens ya lo había pactado con el PSOE.

El Ejecutivo sabe que el PP no es un problema ya que no vota ninguna de las iniciativas de Vicens. Por lo tanto, las iniciativas del diputado del grupo mixto están condenadas al fracaso. Sin embargo, Vicens sí vota enmiendas, y lo hizo hace dos semanas, enmiendas del PP, lo que supone un gran riesgo en la votación final de los Presupuestos.

El Govern teme que hoy Vicens pueda desmarcarse y no apoye finalmente los Presupuestos tras la negativa a apoyar su enmienda. Si Vicens y PP votan no a las cuentas de 2010, la situación del Pacte volverá a quedar en evidencia.

«Queremos que los vote, sólo nos faltaría eso, que no los votara», dijo Antich en los pasillos del Parlament antes de las votaciones de las distintas enmiendas. Antich recordó que el Reglamento del Parlament determina que una persona imputada y con medidas cautelares contra ella, como es el caso de Vicens y la fianza que tuvo que pagar para eludir la cárcel, puede seguir en su escaño. «No la he hecho yo la ley, yo la padezco», aseguraba Antich.