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Los gitanos de Son Banya exigen la dimisión del teniente de alcaldesa de Benestar Social, Eberhard Grosske, por el modo en el que se ha procedido al derribo de las barracas del poblado. En este sentido, argumentaron que ayer a las 10 de la mañana entraron en el poblado 40 policías (20 de la policía local y 20 antidisturbios), que los han tratado «como terroristas» y los han hechado de sus casas para que entrasen los operarios municipales y una excavadora para acometer el derribo de las barracas.
Los gitanos de Son Banya también piden la dimisión de la gerente del patronato municipal de Realojamiento y Reinserción Social, Antonia Roca, y de Nieves Rebassa, una trabajadora municipal.
Como señal de protesta, los gitanos se manifestarán ante la puerta del Ajuntament de Palma, donde pedirán públicamente las dimisiones de Grosske, Roca y Rebassa.
Además, el portavoz de los gitanos, Miguel Àngel Heredia, anunció que los 200 niños del poblado no irán al colegio hasta que Grosske no los visite y conozca de primera mano los problemas que tienen.
Desde la regiduría de Benestar Social explicaron que ha comenzado el proceso de demolición de tres barracas. Una de ellas, fue ocupada por un grupo de personas que tuvieron que ser desalojadas por las fuerzas del orden. Sin embargo, los gitanos sostienen que hay una familia de seis miembros viven en un cuarto de tres metros y habían solicitado cambiar este habitáculo por una de las barracas que han empezado a demoler. Además, le explicaron que tenía unas condiciones de salubridad más óptimas para uno de sus hijos, que acaba de salir de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).