El presidente de la CAEB, Josep Oliver; la consellera de Turisme i Treball, Joana Barceló, y el presidente de PIME, Juan Cabrera, con Antich. | M. À. Cañellas

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No será hasta la próxima semana cuando se concreten los recortes y medidas anticrisis que el president Antich anunció el pasado martes en el Parlament. Ni anteayer, ni tampoco ayer, el Ejecutivo abordó este asunto. Todo se pospone hasta que el president Antich y la consellera de Turisme i Treball, Joana Barceló (que ayer prometió su cargo en una breve ceremonia que se celebró en el Consolat) regresen de Rusia, a donde se desplazan hoy encabezando una delegación en la que también participan empresarios, para abrir nuevos mercados.
Antich aprovechó su intervención tras la toma de posesión de Joana Barceló para destacar la importancia que concede a este viaje. Dijo que era «otra muestra del esfuerzo del Govern por ayudar al sector turístico».
«Los tiempos son difíciles y requieren sacrificios», dijo el president, quien añadió que «no es tiempo de tapar agujeros ni de pensar políticas para agradar; ahora es tiempo de, responsablemente, tomar decisiones de país, de cambios estructurales, de consensos obligatorios».
El president reclamó de bancos y cajas de ahorro «un esfuerzo para dar créditos» que contribuyan a la reactivación de la economía y encargó a los empresarios turísticos que aprovechen «las oportunidades que les brindan las medidas para facilitar la rehabilitación de hoteles», aprobada por unanimidad en el Parlament.
Para Antich, la relevancia de que se modernice la planta hotelera esta «muy por encima de discusiones simplistas» sobre las «excepciones urbanísticas» acordadas. Antich remarcó que «nuestros hoteles son nuestras fábricas».
Bloc y PP
El president, según la información facilitada a este diario, tenía intención de dejar listos los decretos que regulan las medidas anunciadas el martes antes de su viaje a Rusia, al menos una parte de los mismos, los que se refieren a los recortes. El Bloc quiere que se aprueben de una vez y, en el propio Bloc, hay diferencias de opiniones sobre si debería aprobarse un solo decreto o dos. Si se presenta todo en un bloque, el PP podría actuar como Rajoy en el Congreso y oponerse, aunque todo apunta a que el president estaría negociando la abstención del PP. UM incluso estaría a favor de no vetar un impuesto ecológico similar al que se aprobó cuando gobernaba el PP.
No todos los consellers y conselleras asistieron a la reunión de ayer que, finalmente, no aprobó la nueva estructura de la Conselleria de Turisme i Treball, aunque se da por seguro que se unificarán dos direcciones generales en una. En cuanto a la desaparecida Conselleria d'Agricultura, todas sus direcciones generales pasan en un primer momento a Presidència, si bien «a partir del miércoles» se celebrarán una serie de reuniones para abordar los cambios. Además, el Bloc tiene que reunirse mañana para elegir cuáles son los diez cargos de los que tienen que prescindir. El organigrama definitivo podría estar listo el próximo viernes.