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El presidente del Govern, Francesc Antich, valoró ayer muy positivamente las distintas reunidas que se han producido en Moscú y se mostró partidario de mejorar la promoción exterior de Balears de cara al futuro.
En un encuentro con los periodistas minutos antes de regresar de Moscú, Antich asumió que es necesario coordinar mejor todos los departamentos que hacen política exterior con el único objetivo de facilitar negocios a los empresarios de Balears. «Las reuniones que hemos mantenido en Moscú son positivas para los empresarios turísticos, pero quizás se hubiese podido aprovechar el viaje para ayudar a otros sectores económicos», dijo Antich.
Posibilidades inmensas
El president balear cree que las posibilidades de negocio con los rusos es «inmensas» y en las próximas semanas el Govern mantendrá una reunión con el sector turístico para ver cómo se planifican los distintos acuerdos adoptados con mayoristas en Moscú. «Con el mismo esfuerzo que se ha hecho en Moscú para que vengan turistas rusos a Balears, el Govern puede conseguir estrechar lazos para mejorar la situación de otros sectores industriales de las Islas. En tiempos de crisis no podemos quedarnos `parados», señaló el president Antich. Precisamente, el presidente balear tiene una petición de la Cámara de Comercio para realizar un viaje a Shangai con fines comeciales. Además, Panamá está interesado en firmar un convenio con el Govern para asuntos relacionados con el sector turístico.
Mientras tanto, Antich planteó ayer la posibilidad de crear una infraestructura en la capital rusa para facilitar los contactos con los touroperadores moscotivas. Aunque la intención inicial era contratar a dos becarios para que trabajasen desde Turespaña para Balears, Antich no descarta que se pueda crear una infraestructura algo mayor.
Antich pudo comprobar en Moscú las dificultades que tienen algunos empresarios mallorquines con negocios en Rusia. El cocinero Adrián Quetglas explicó al propio president del Govern que su restaurante tiene muchos problemas para conseguir productos alimenticios de las Islas, que tienen mucha aceptación en Moscú. Pese a las gestiones de la Embajada española en Moscú, no existen canales comerciales fluídos para que conseguir productos como la sobrasada, queso de Maó, vinos o aceitunas. Es decir, las empresas alimenticias de Balears pierden múltiples posibilidades de negocio por los problemas que hay en las aduanas con estos productos.