Jaume Matas y su mujer, llegando a los juzgados el pasado mes de marzo. | J. TORRES

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«Se va disparando el montante de los dispendios imputables a la familia Matas-Areal y paralelamente se desarrolla una legítima actividad de ésta tendente a justificar los ingresos con los que se les hizo frente», asegura el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, en el auto firmado ayer por el que desestima el recurso de apelación interpuesto por la defensa del ex president del Govern sobre los informes de la Agencia Tributaria que figuran en el sumario.
El juez Castro considera que todavía es pronto para dar validez a la redacción íntegra del informe redactado por la Agencia Tributaria sobre la situación fiscal y patrimonial del matrimonio Matas-Areal, pero rechaza que se contraste con la aportaciones «opacas al fisco» reconocidas por Jaume Matas. Según la defensa, con el dinero 'en negro' admitido por Matas quedaría justificado el incremento patrimonial que está siendo objeto de investigación en el 'caso Palma Arena'.
Infinitas y ridículas
En opinión del juez instructor, atendiendo a las versiones ofrecidas sobre el montante y distribución del importe del traspaso de un local en la calle de Sant Miquel de Palma, entre un millón de pesetas y 100.000 euros según las versiones que se han ido sucediendo en las diferente declaraciones, «las posibilidades de ofrecer a la Agencia Tributaria la revisión de su informe se adivinan no sólo infinitas sino también ridículas».
El auto detalla las diferentes peripecias, en función de los declarantes, que ha llegado a tener el importe 'en b' del traspaso del citado local, hasta el punto de negar cualquier tipo de credibilidad. Por esta razón, el juez estima conveniente esperar que avance la investigación para que, llegado el momento -probablemente cuando se abra una pieza separada- se ahonde en la cuentía de esta operación.