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Una testigo que trabajó para una empresa de Jacinto Farrús ha declarado hoy ante la jueza del «caso Voltor» que se contrató a una mujer a petición del exjefe del área económica de Inestur Alvaro Llompart, supuestamente como «condición» para que una empresa Farrús obtuviera un concurso del instituto público.

Así lo ha dicho en su comparecencia dentro de la pieza separada de este caso de supuesta corrupción que investiga desvíos de fondos en la actual y pasada legislaturas del Instituto de Estrategia Turística (Inestur), organismo dependiente de la Conselleria de Turismo que estaba controlada por Unió Mallorquina (UM).

La testigo, C.S., trabajó entre 2007 y 2010 en el Grupo Marxant y se encargó de preparar la documentación administrativa para que una unión de empresas (UTE) vinculada a Farrús concurriera a un concurso de marketing comparado ("benchmarking") por 360.000 euros convocado por Inestur y que fue supuestamente amañado para concederlo a estas empresas de Farrús.

La mujer ha explicado que Marxant contrató en el verano de 2008 a una mujer marroquí con nacionalidad francesa y que ella misma le confesó que había conseguido el puesto después de pedírselo a Llompart, excontable de UM, en una fiesta. «Había conocido a Llompart en una fiesta, le pidió trabajo y la contrataron, pensando que era una compensación por la concesión a Torum (una de las empresas de la UTE, de Farrús) de Arte y Cultura (el concurso de marketing)», ha afirmado la testigo sobre su conversación con la mujer contratada.

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A esto ha añadido que la mujer «tenía formación» y no era «un florero», así como que nadie le comentó que Llompart le hubiera dicho al entonces gestor de Marxant, José Bongiovanni, que si no contrataba a la mujer no le daría el concurso, sino que fue una deducción suya a partir de la conversación con ella.

"Órdenes de arriba"

Asimismo, la testigo ha narrado cómo en febrero de 2008 Bongiovanni le pidió que hiciera un cheque al portador por 7.000 euros, cosa que a ella le extrañó porque no lo podía justificar en las cuentas de la empresa. «Bongiovanni me dijo que eran órdenes de arriba», ha apuntado la testigo, que ha añadido que ella abrió luego una cuenta de caja para intentar justificar el gasto.

Esta cuenta, ha explicado, se iba completando con recibos de restaurantes y otros conceptos que traía el propio Bongiovanni para justificar el dinero del cheque.

Después de la declaración de hoy, la jueza del «caso Voltor» tomará declaración el próximo jueves al expresidente de Unió Mallorquina Miquel Àngel Flaquer en relación a la pieza que investiga una cuenta que Inestur abrió en Banif con 1,2 millones de euros.