Joana Maria Borràs. | S. Amengual

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La teniente de alcaldesa de Relacions Institucionals, Turisme, Comerç i Consum, Joana Maria Borràs, revela que no va en la lista del PSOE a Cort porque así lo decidió ella misma en marzo de 2009 y se lo hizo saber a la alcaldesa Aina Calvo. «Si el precio a pagar para seguir es callar, me voy», reflexionó. Borràs confiesa que se ha decepcionado mucho con Calvo, ya que se esperaba que fuese más dialogante. En su opinión, la alcaldesa «se apoya en un círculo muy reducido, de dos personas, para tomar sus decisiones», Andreu Alcover (teniente de alcaldesa d'Hisenda) y Yolanda Garví (regidora d'Urbanisme), ambos van en listas como independientes. «No ha sido el sistema de trabajo en equipo que me esperaba», espeta, al tiempo que reconoce que «seguramente soy yo quien está equivocada, porque los otros continúan y yo no».

A Borràs, que ha sido profesora asociada de Derecho Civil de la UIB y juez en Inca, le habría gustado que la escuchasen más, especialmente en temas urbanísticos. «Es difícil asumir la disciplina de voto cuando la información no es suficiente», explica. Sus principales desencuentros con Calvo son:

Palacio de Congresos. Borràs entiende que la concesión del Palacio de Congresos era nula de pleno derecho, ya que uno de los solares no eran de titularidad municipal. Sin embargo, Calvo no tuvo en cuenta su advertencia y subió dos alturas el hotel para reconducir la situación, «lo que empeoró la imagen de entrada de la ciudad». En su opinión, lo correcto habría sido declararlo nulo de pleno derecho y sacar un concurso para buscar una nueva ubicación. «Me habría gustado que los socialistas hubiésemos sido capaces de renunciar a un resultado a medio plazo y apostar por un palacio que no taponase la entrada a Ciutat». Borràs renunció en 2010 a ser miembro del consejo de administración de Palau de Congresos «porque me sentía un convidado de piedra».

Fachada marítima. Otro de los temas que más le preocupan es la fachada marítima. «No puedo entender cómo a cuatro meses de las elecciones hemos aprobado la reparcelación de la fachada marítima e invertimos dinero de la Ley de Capitalidad en el edificio Gesa con varios contenciosos que pueden costar mucho dinero a los ciudadanos», destaca Borràs, para quien «deberíamos ser más respetuosos con la Justicia».

Ejes cívicos. «En lugar de hacer nuevos ejes cívicos vamos a recuperar los que hay», reprocha Borràs, que no comparte la política que ha llevado a cabo Calvo en esta materia. En su opinión, habría sido más oportuno «recuperar los ejes cívicos de la Rambla y es Born, que tenemos completamente olvidados». Así, recuerda que la alcaldesa no le ha permitido poner terrazas en es Born, y le critica «el afán de hacer dos ejes cívicos que han enfrentado a vecinos y empresarios».

Blanquerna. «Yo no estaba de acuerdo con la peatonalización de Blanquerna porque era romper la palabra dada a los comerciantes», ya que Calvo se comprometió con vecinos y comerciantes a que la calle sería semipeatonal y de forma unilateral decidió peatonalizarla.

Pacto. Otro de los puntos en los que discrepa con la alcaldesa es en «seguir gobernando a cualquier precio». Cuando se rompió el pacto con UM propuso pasar a la oposición, lo que fue rechazado por la alcaldesa. Borràs no se siente cómoda gobernando en inferioridad.