El juez dio el pasado día 30 de marzo el primer paso para abrir juicio oral contra Moisés y el ex director general de Deportes José Luis «Pepote» Ballester, al dar por concluida la instrucción de la pieza número 12, en la que están acusados.
La misma versa sobre un contrato menor de 12.000 euros a favor de Moisés cuando era gerente del consorcio para la construcción del velódromo Palma Arena, por el que se le encargaba un estudio sobre accesibilidad de barreras arquitectónicas para personas con discapacidad en las instalaciones deportivas de Baleares.
Castro sostenía en un auto que Moisés «carecía de formación» para elaborar este estudio, el cual, según el juez, nunca se hizo, por lo que el contrato sirvió de «ropaje» para gratificar a Moisés, quien, añadía, no se sentía «debidamente retribuido por la labor desplegada» como gerente del consorcio.
Después de que el juez dictara en marzo el auto de pase a procedimiento abreviado -fin de la instrucción- de esta pieza, Moisés, defendido por Gaspar Oliver, recurrió la resolución pidiendo volver a declarar.
Según han informado a Efe fuentes jurídicas, Castro ha decidido hoy sobre esta petición y ha estimado la pretensión de Moisés, citándolo el día 26 por esta pieza, la número 12 de las 26 en que está dividido este caso de supuesta corrupción durante la pasada legislatura del PP.
Aparte de «Pepote» y Moisés, también figura imputada en esta pieza la ex secretaria general técnica de la Conselleria de Presidencia del Govern balear Jane King.
Tras la declaración de Moisés, el juez volverá presumiblemente a dictar un auto de fin de instrucción, tras lo que se pasará el caso a la siguiente fase judicial, en la cual la Fiscalía, la acusación de la Comunidad y las defensas deberán presentar sus escritos o pedir el sobreseimiento de la causa.
4 comentarios
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Cuidado con Pecholata que sabe mas cosas, de todos, - UM incluida y en especial...- de lo que piensan...Sospecho que como no tiene nada que perder va a cantar como un loco. Y es lógico. Las grandes mordidas no han sido las suyas. Es fácil si dicen nombres y da datos, saldrá airoso del tema. Como lo que va a denunciar es a políticos. Hoy por hoy personajes de escasa popularidad social. Caros e inútiles para las arcas publicas, el tema tendrá mucho apoyo popular. Cuanto mas políticos procesados mejor. Un político inhabilitado es un ahorro importante y, además, una traba menos para que la gestión publica funcione mejor. Luego Pecholata que cante y mucho. Si logra cargarse una doce de políticos mejor que mejor. Es un tipo honrado y simpático. Jorge cuenta todo lo que sepas, da nombres..no se merecen nada de nada.
ALGO MUY GORDO HABRAN HECHO LOS UM-PSOE,QUE UTILIZAN AL PP PARA DESPISTAR,NO QUIEREN QUE HAYA JUICIOS CONTRA UM NI CONTRA MARIA ANTONIA MUNAR,AQUI HAY JUEGO MUY SUCIO,QUE DE UM YA SE SABE TODO.
Moisés no tiene culpa.La culpa es de los que le pusieron en las cestita de mimbre para que Moisés comodamente alojado bajase por las tranquilas agaus del dolce far niente de la Riera hasta recalar en el Palacio Arena donde se le vio más la calva que nunca.Estuvo también en la Cope-colaborando en Deportes, después creo que estuvo un tiempo en radio juventud al lado de grandes kracs de la información deportiva etc. Lo que sí puedo asegurar es que nunca logró modular bién la voz ni en la Ser ni en otro sitio.
Jorge Moisés Marín PECHOLATA, como se le bautizó por su no excesivo amor por el trabajo, quería compensar sus escasas luces mentales y su cabeza lisa y pelada como una bola de billar, con llamativos coches, sin pasarse, porque sus ingresos tampoco daban para deslumbrar.Esta fue la causa de su desgracia, se enlodó en la miseria judicial por un 4x4, un todoterreno. Si quiere puede cantar, por sus antecedentes como periodista de Baleares y As, y como locutor y publicista en Cadena Ser, donde aprendió a modular la voz. El juez Castro, EL COCO DE VÍA ALEMANIA, va a pasarse un rato distraído porque sabía expresarse con gracia PECHOLATA, cuando estuvo enchufado en Fires i Congressos de Balears, para espiar lo que hacían los secuaces de Gaspar Tamborer, que colocó a medio Llucmajor en sus dominios, donde lo habían desterrado, por enzarzarse en peleas bizantinas, por celos, con los otros consellers. Acabó remitido a Llucmajor, por Gabriel Cañellas, donde pactó con Joaquín Rabasco en Son Bieló para ser alcalde.