Más de 3.000 personas plantaron su tienda y miles más se acercaron para participar de algunas de las muchas actividades programadas | J. Lladó / J Socies

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Viure sempre corrent,/ avançant amb la gent,/ rellevant contra el vent,/ transportant sentiments./ Viure mantenint viva/ la flama a través dels temps, / la flama de tot un poble/ en moviment.

Con estas palabras de la canción la Flama de los valencianos Obrint Pas, el conseller insular de Cultura, Joan Font, quiso alentar a los miles de jóvenes que ayer congregados en Campos hicieron vivir y disfrutaron de la duodécima edición de la Acampallengua de los Joves de Mallorca per la Llengua.

Finalmente según la organización, más de 3.000 personas plantaron su tienda y miles más se acercaron para participar de algunas de las muchas actividades programadas durante todo el día de ayer, y que continúan hoy.
Por la mañana la zona de acampada iba llenándose de jóvenes llegados de todos los lugares de la isla, incluso del Mercadal (Menorca). Instalar la tienda y la inscripción era el primer paso para empezar a vivir en catalán estos dos días llenos de emociones. Jóvenes que acudían por primera vez, otros ya experimentados que ya sabían cómo funciona, pero todos con un denominador común, la diversión, la camaradería y la defensa de la lengua catalana.

Reivindicación

Todas las autoridades congregadas en Campos reivindicaron con más fuerza que nunca la lengua. El alcalde de Campos, Joan Juan, mostró su satisfacción de acoger la duodécima edición de la Acampallengua. Joan Font, conseller insular de Cultura, no escatimó palabras para criticar al PP de José Ramón Bauzá, y recordó que «el próximo 29 de abril hará 25 años que el Parlament, a propuesta del PP y por unanimidad, aprobó la Llei de Normalizació Lingüística y ahora Bauzá la quiere derribar». Gabriel Vicens, conseller de Medi Ambiente i Mobilitat, se mostró molesto hacia «la incultura que demuestran algunos políticos hacia la lengua y cultura». Para cerrar los parlamentos la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, señaló que «los mallorquines estamos orgullosos de la lengua como patrimonio, no debe ser una disputa, es una cuestión de Estado», y finalizó sus palabras con una contundente apuesta por «viure clar i català».