Imagen de la celda de la cartuja de Valldemossa donde el pianista polaco Fréderic Chopin vivió un invierno con su mujer, George Sand. | Efe

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Chopin y George Sand se alojaron en la celda 4 de la Cartoixa. La Audiencia Provincial rechaza el recurso de los propietarios de la celda 2 contra la sentencia que les obligaba a dejar de publicitar que la pareja se alojó los 53 días que pasó en Valldemossa en la estancia de su propiedad.
El fallo judicial también señala que el compositor polaco nunca pudo tocar el piano que se exhibía en la celda 2 porque se construyó años después de su estancia en la Isla. «Son incompatibles las expresiones de Sand sobre el 'pobre piano mallorquín' con un instrumento que en aquella fecha sería el más avanzado de su época por sus características técnicas».
A grandes rasgos, la Audiencia repite los argumentos de la primera sentencia. Así, las claves para descartar que la pareja se alojara en la celda 2 son los documentos sobre la numeración de las celdas y los dibujos que hizo el hijo de Sand desde la habitación que ocupaban. La defensa de los propietarios de la celda 2 planteaba que, tras la desamortización de la Cartoixa, se asignó un número a la celda prioral. La Audiencia señala que los documentos descartan que ésta estuviera incluida en la numeración. De esta manera, el único testimonio que se conserva de una persona que vio a la pareja en Valldemossa, Sebastián Nadal, descarta la 2. Sobre el dibujo de Maurice Sand, la familia Ferrá Capllonch -propietaria de la 2- alegaba que no podía tomarse una conclusión definitiva en base al dibujo de un muchacho de 15 años. La Audiencia señala que se trata de un intento de captar fielmente la vista que tenía la zona y se apoya en dos periciales que concluyen que la perspectiva es la de la celda 4, o como mucho de un extremo de la 3; pero en ningún momento de la 2.
La sentencia, que tiene una posibilidad de recurso muy limitada ante el Supremo, obliga a retirar cualquier publicidad de la celda 2 en la que se identifique a ésta como la que acogió a Chopin. La disputa entre los propietarios de las dos celdas arranca en 1931 cuando ambos reclaman la presencia del compositor en sus celdas.