En la imagen se observa una palmera afectada por el picudo rojo.

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El picudo rojo se expande por Palma y cada vez son más las palmeras afectadas por este insecto. Así, en 2010 se contabilizaron un total de 108 palmeras (8 de titularidad municipal y 101 de particulares), mientras que en lo que va de año ya van 173 palmeras (23 municipales y 150 de particulares).

Prácticamente la totalidad del término municipal de Palma dispone de algún ejemplar afectado a menos de 10 km. Las zonas más afectadas son Cala Major, Platja de Palma, el Passeig Marítim y el Centro de Ciutat. Cort ha comprobado que todos los focos se encuentran activos y un elevado número de palmeras particulares están afectadas.

Fuentes municipales explicaron que el avance de la plaga exige de una dotación económica extraordinaria no disponible en las partidas ordinarias de gasto corriente de las diferentes administraciones públicas.

Proyecto europeo

Por ello, el Ajuntament de Palma, la Conselleria d'Agricultura y el Consell de Mallorca presentaron el pasado mes de agosto un proyecto conjunto para la financiación europea, pendiente de aprobación. Esta financiación permitiría a Cort aplicar a las palmeras privadas el tratamiento que ya se hace con las palmeras públicas. Las palmeras son un bien patrimonial; las 2.540 palmeras municipales de Palma están valoradas en más de 6 millones de euros. Adquirir nuevos ejemplares y la baja velocidad de crecimiento de la especie suponen una pérdida de patrimonio que tarda unos 50 años en verse restituidos.

El Ajuntament de Palma, considera que «sólo la colaboración entre administraciones públicas y propietarios de palmeras en jardines privados puede garantizar la eficacia de la lucha contra la plaga». Por ello, debe mantenerse la vigilancia activa durante todo el año. Los particulares están obligados a mantener libres de plagas sus jardines privados. Desde el Consistorio palmesano insisten en que «sólo se podrá impedir que la plaga avance si se controlan todas las palmeras». Para ello, se recomienda adelantar la poda de las palmeras canarias en los meses de invierno, cuando el insecto está en estado latente; si se encuentran en las zonas más afectadas, se aconseja realizar tratamientos preventivos.