El exconseller balear de Turismo, Joan Flaquer, a su llegada al juzgado de Palma donde declaró el pasado día 13. | Montserrat T. D

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El exconseller de Turismo del PP Joan Flaquer ha negado hoy ante el juez del caso Ibatur haber entregado como regalo 40.000 euros al exconcejal de su partido en Lloseta y sobrino político del expresidente Jaume Matas, Felipe Ferré.

En su declaración hoy a petición propia como testigo, a la que ha tenido acceso Efe, Flaquer ha negado las acusaciones de Ferré, quien afirmó en su día al juez que el exconseller le dijo en 2006 que le pagaría una prima de 40.000 euros por la «buena organización» de un viaje a China.

«En ningún momento y bajo ningún concepto le dije que se le iban a regalar 40.000 euros», ha afirmado Flaquer, y ha añadido que aunque no conocía los contratos menores suscritos por su Conselleria con Ferré, que habrían servido supuestamente para gratificarle, está convencido de que respondieron a servicios prestados.

Ha explicado que tuvo conocimiento de estos contratos una vez se incorporaron a la causa y que, una vez analizados, cree que aunque sus conceptos pueden ser «incompletos», los servicios se cumplieron.

Acerca de si recibió la instrucción de dar un trato de favor a los proyectos que le presentara Ferré, ha respondido que la secretaria de Matas llamó a la suya para que recibiera a una empresa de Ferré, pero que éste le planteó una propuesta de colaboración que descartó porque no le pareció interesante.

Flaquer también defendido su gestión al frente de la Conselleria de Turismo durante la legislatura 2003-2007 de Matas y ha asumido «enteramente» su responsabilidad en lo relacionado con las decisiones políticas.

Sin embargo, ha añadido que su carga de trabajo era muy alta y que se tenía que desplazar constantemente fuera de la isla, por lo que le era «muy complicado estar al tanto de los pormenores administrativos».

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«¿Esto significa que no sabía lo que firmaba?», le ha preguntado entonces el juez instructor del caso, Pedro Barceló, a lo que ha contestado que no, que era «consciente» de lo que le daban a firmar, pero no «de la génesis de los documentos» que le entregaban.

«Mi función era la función política y no la revisión administrativa del expediente. Tengo que partir del principio de confianza en el funcionamiento de la Administración», ha añadido.

El juez también le ha preguntado si algún empresario, funcionario o medio de comunicación le puso en conocimiento algún tipo de irregularidad penal como comisiones, a lo que el exconseller ha contestado que «en absoluto, jamás».

Ha explicado que en una ocasión la sindicatura de cuentas analizó expedientes del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) y encontró algunos «reparos», ante lo que ordenó reforzar el departamento jurídico de la empresa pública.

Durante su declaración también se ha hablado del proyecto «Honey Moon» que hizo la Conselleria para captar turistas chinos mediante un programa de la principal cadena de televisión china en el que se ofertaba como premio una boda en el Castillo de Bellver de Palma.

Este proyecto tenía un presupuesto global de 800.000 euros, de los cuales la Conselleria aportó 300.000. El exconseller ha argumentado que si hubiera querido gratificar a Ferré con 40.000 euros, podría haber ampliado el convenio que lo sustentaba.

En este caso investigado por el juzgado de instrucción 2 de Palma se investiga el supuesto desvío de fondos públicos del Ibatur cuando este organismo público, dependiente de la Conselleria de Turismo, era gestionado por el PP en la legislatura autonómica de Matas.