Felipe Ferré, cuando declaró en 2010. | Pere Bota

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El juez instructor del caso Ibatur, Pedro Barceló, ha citado a declarar para el próximo jueves, día 10, al excondejal del PP en Lloseta, Felipe Ferré, quien ya compareció en el marco de esta causa y se ha prestado a colaborar con los investigadores a fin de esclarecer la presunta trama urdida durante la segunda legislatura de Jaume Matas (2003-2007) a través del Instituto Balear de Turismo y por la que se habrían desviado millones de euros públicos.

En concreto, su citación se produce después de que el pasado mes el exconseller de Turismo Joan Flaquer declarase de forma voluntaria y negase en su deposición haber incurrido en irregularidad alguna, rebatiendo por tanto las acusaciones que en se día efectuó Ferré contra él. Así las cosas, el magistrado quiere aclarar varios aspectos que rodean a los hechos investigados ante las discrepancias entre las versiones ofrecidas, según han señalado fuentes jurídicas a Europa Press.

En su deposición, Flaquer, defendido por el abogado Carlos Florit, aseguró que cuando era alto cargo del Govern no tuvo conocimiento de que se estuvieran produciendo prácticas ilegales como el hinchamiento de facturas o el cobro de comisiones a través del Ibatur, en contra de lo que manifestó Ferré, sobrino político de Matas, quien le involucró en esta supuesta trama al asegurar que el exconseller estaba al corriente de estos hechos.

Otra de las acusaciones lanzadas radican en la presunta entrega de 40.000 euros por parte de Flaquer al exregidor 'popular' como gratificación por la organización de un viaje promocional a China a través de la empresa de Ferré Comarca Global Consulting -una de las mercantiles investigadas en el marco de esta causa y presuntamente favorecidas con contratos irregulares-, lo que el extitular de Turismo negó de forma tajante.

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Y es que, según el exconcejal, Flaquer le dijo en enero de 2006 que le iba a dar una prima extra de 40.000 euros «por la buena organización» con motivo de la organización del viaje, cantidad que se le iría abonando mediante facturas infladas. «Todas las facturas hinchadas incluían esa prima» y fue Flaquer quien autorizó pagarlas, según aseguró Ferré, quien declaró que cuando llegaron a Mallorca «fuimos elaborando facturas». «El precio no era real, nos lo iban pagando en diferentes facturas», remachó.

Es más, Ferré, quien por otro lado se encuentra acusado en el marco del caso Scala, denunció que tanto Flaquer como el exgerente del Ibatur, Raimundo Alabern, eran conscientes de que las facturas de los contratos que otorgaban desde la Administración pública «estaban hinchadas».

El también administrador de las empresas Comarca Global, Gourmet and Boutique Island e IAS Hong Kong confesó que, entre las presuntas prácticas ilegales que se llevaron a cabo desde el Ibatur, desde sus empresas -que se hallan entre los principales proveedores del Ejecutivo autonómico durante la anterior legislatura-, se efectuaban trabajos «para exagerar lo que se cobraba» y «siempre se hacía un pequeño expediente».

Ferré declaró de esta forma acerca de los numerosos expedientes presuntamente irregulares y las facturas que se le abonaron desde el Ibatur por servicios supuestamente inexistentes. Es más, llegó a justificar que este trato de favor se debió «en primer lugar» a su parentesco con Matas, motivo por el que «no se me discutía nada de lo que presentaba».