Alrededor de 3.000 personas han salido a la calle para protestar contra los recortes en sanidad. | Jaume Morey

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Alrededor de 3.000 personas vinculadas al sector de la sanidad en Balears salieron ayer a la calle en dos actos reivindicativos que se organizaron de forma simultánea y que confluyeron parcialmente: concentración en Plaça d'Espanya y manifestación que concluyó ante el Consolat de la Mar.


Un millar largo de personas (la organización habla de cuatro mil) se citaron en la plaza convocadas a ir de negro por las organizaciones sindicales. Una abundante presencia del personal del Hospital Joan March y el General criticaron los recortes, los ataques al sistema de salud pública y el cierre de los centros.
Rumor que sabe a victoria

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Durante la concentración, en la que era mayoría el personal de enfermería, un portavoz de UGT informó de que «está llegando el rumor» de que el Joan March no cerraría este año y que se esperaría a que estuviera habilitado el espacio de Son Dureta. Para UGT, es la prueba de que «empiezan a asustarse». Al principio se barajó el 15 de septiembre.
La plaza estuvo muy animada y a los lemas de rigor se unieron tambores y pancartas irónicas.

Por su parte dos millares de médicos y enfermeros, convocados por el Cemsatse, su coordinadora profesional, se manifestaron ayer desde la sede del Parlament a la de la presidencia del Govern, en el Consolat de Mar, para exigir al Ejecutivo balear la paralización de sus recortes en Sanidad y de su intención de cerrar el Joan March y el General.
Tras una pancarta con el lema ‘Los profesionales dicen sí a una Sanidad pública con garantías', los manifestantes, ataviados en su mayoría con las batas blancas, protagonizaron una marcha en la que se escucharon gritos como ‘No se juega con la Sanidad'; 'Este verano queremos operar'; ‘Bauzá escucha, o aquí empieza la lucha'.
Al término de la manifestación un representante del Cemsatse procedió a la lectura de un comunicado en el que se señala que «si no se paralizan los recortes y no hay diálogo para llegar a acuerdos, la sanidad pública entrará en un conflicto sostenido, constante e inflexible con el Ejecutivo balear, y que «se llevarán a cabo medidas de denuncia a través de los medios de comunicación, así como demandas judiciales, por incidentes que se produzcan en los centros sanitarios». Al término del acto en el Consolat de Mar los concentrados cortaron el tráfico durante unos minutos en ambos sentidos del Paseo Marítimo.


Por otro lado, los coordinadores de los equipos asistenciales de los dos hospitales que van a ser cerrados remitieron ayer una carta al Govern en la que ofrecen iniciar conversaciones para intentar evitar estos cierres. También mostró su preocupación por el cierre la Associació Illenca de Respiratori.