Huguet ha adelantado en una rueda de prensa la propuesta de acuerdo que está previsto que apruebe hoy el pleno del CES, en la que manifiesta su rechazo a la decisión de suspenderlo temporalmente y lo justifica en el hecho de que «ni supone un gasto desmesurado ni existe duplicidad con otros organismos».
El CES debe emitir dictámenes sobre los anteproyectos de ley y proyectos de decreto que regulen de manera directa y estructural materia económica, social o de empleo, lo que supone que no pasan por sus manos todos los textos legislativos que se aprueban en Baleares «pero son muchos», ha explicado la secretaria general del organismo, Àngels Bellinfante.
El presidente del CES ha advertido de que suspender sus funciones podría suponer que numerosas disposiciones normativas fueran recurridas por la vía contencioso-administrativa por no contar con el dictamen del CES, «generando confusión y una cierta inseguridad legislativa».
A lo largo de sus 10 años de existencia, el CES ha emitido 200 dictámenes, más de 30 informes y 11 memorias anuales sobre el aspecto económico, social y laboral de las islas. El grado de aceptación de las observaciones del CES ha ido en aumento y ha pasado del 36 % en 2007 al 61 % en 2010, un porcentaje que Huguet considera alto teniendo en cuenta que no son vinculantes.
Huguet ha dicho estar sorprendido por una decisión política que conoció cinco minutos antes de que el presidente y el vicepresidente del Govern la anunciaran en una rueda de prensa y ha insistido en las dificultades jurídicas de suspender la actividad de un órgano regulado por el Estatuto de Autonomía.
«Es un órgano estatutario, instrumento básico de la democracia participativa y pensamos que el poder ejecutivo no puede modificar la estructura autonómica institucional creada por el poder legislativo, representante del pueblo», ha asegurado.
En su opinión, el cierre, aunque sea provisional, representará una ruptura del consenso social. «Puede añadirse a la confrontación que tenemos demasiado presente en la sociedad de la comunidad», ha alertado.
El presidente del CES ha rechazado la justificación económica alegada por el Govern porque el presupuesto del CES es de unos 600.000 euros anuales, de los que la mayoría son gastos de personal de su plantilla de 8 personas, pero se trata de personal funcionario de alta cualificación que debería ser reubicado dentro de la propia administración.
Huguet ha señalado que el ahorro máximo que se podría alcanzar con la suspensión del CES «estaría entre 125.000 y 175.000 euros que solo pueden provenir de gasto corriente» y ha advertido de que la entidad ya ha reducido sus gastos desde que comenzó la crisis económica.
Sacrificios
El presidente ha subrayado la importancia de «los beneficios sociales» que genera la labor del CES y ha remarcado que sus integrantes «están dispuestos a hacer los sacrificios que sean necesarios» con tal de mantener este organismo durante el tiempo transitorio en el que esté prevista la suspensión.
«Queremos intentar una reconsideración y una aproximación con el Govern, porque el CES siempre ha sido una institución de punto de encuentro y consideramos imprescindible poder negociar para encontrar una alternativa a la suspensión que hiciera posible llevar a término sus funciones institucionales y reducir el gasto que significa», ha concluido.
De momento, el funcionamiento del CES es normal, continúan entrando dictámenes por hacer y se recopila la información para elaborar la memoria de 2011 ya que, según Huguet, «la actividad tiene que continuar por responsabilidad».
El pleno de hoy votará el quinto dictamen de este año, relativo al proyecto de decreto para crear un registro de empresas, establecimientos y productos del sector alimentario de Baleares.
1 comentario
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Només se'ns parla dels salaris dels permanents, emperò supòs que també s'hi paguen dietes dels consellers. Per a mi, una petita autonomia (només 1 milió i busques d'habitants) no es pot permetre de financiar tant d'organismes com Catalunya, Andalusia, etc. Els CES no tenen, de més a més, la mateixa legitimitat que un Parlament elegit o el Govern, la qual cosa fa inaceptable que estiguin polititzats, com acabem de veure a Balears.