José Ramón Bauzá y Mateo Isern se saludan de forma afectuosa en una imagen de archivo. | J. TORRES

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El portavoz del Govern, Rafael Bosch, lanzó ayer un primer toque de atención del Govern al resto de instituciones de Balears: puede haber negociación con los sindicatos, pero los ajustes de personal se tendrán que cumplir «inexcusablemente». No sólo eso. El Govern «vigilará» que Cort, consells y el resto de ayuntamientos de las Islas apliquen los recortes a los funcionarios y al personal laboral aprobados por el Ejecutivo.

«Sea de una manera o sea de otra, todas las instituciones tenemos la obligación de ajustarnos al déficit fijado por el Gobierno central y, si no, nos veremos sometidos a un proceso de intervención», alertó el portavoz del Govern en relación a las instituciones que han decidido abrir negociaciones con los sindicatos sobre la aplicación de los recortes.

Negociaciones

El conseller consideró «razonable» que las administraciones intenten negociar con los sindicatos, como está sucediendo en Cort y en el Consell, pero también fue tajante a la hora de advertir a los responsables de las demás instituciones de las islas que los ajustes deben aplicarse en cualquier caso. «A finales de año hay que pasar los objetivos de déficit y esa es la máxima prioridad que deben tener las administraciones».

Y para que se cumpla este límite de déficit, el conseller reiteró que el «estará vigilante» en que se cumplan aquellas exigencias que son competencia de la Comunitat. «Seremos respetuosos con las competencias de las distintas administraciones, pero estaremos atentos a que nuestras exigencias se cumplan», precisó.

Controlar el déficit

El portavoz del Govern insistió en que el control del déficit es la única vía para conseguir que los bancos comiencen a prestar dinero a las empresas privadas es que dejen de especular con la empresa pública y eso sólo se conseguirá si las administraciones dejan de gastar más de lo que tienen y no tienen que recurrir a solicitar préstamos a las entidades bancarias.

Afirmó que el único problema que existe en estos momentos es que estas medidas, la contención del déficit, tienen que tomarse de forma rápida para poder combatir el ataque al euro. Recordó que Balears pasó de un déficit de 500 millones de euros en el año 2007 a alcanzar los 1.000 millones en apenas tres años. «No se puede seguir a este ritmo», aseguró Bosch, quien aprovechó para censurar la actitud de los sindicatos: «No les escuché abrir la boca cuando Zapatero aprobó las medidas de ajuste», apostilló el portavoz del Govern.