Manifestantes contra el cierre del centro durante la concentración de ayer.

TW
47

Un centenar de personas manifestaron ayer su rechazo el cierre del centro de atención a inmigrantes Anselm Turmeda, con diez años de existencia, dependiente del Consell de Mallorca y gestionado hasta ahora por Creu Roja, en una medida que consideran «consecuencia de los recortes del Gobierno en materia social».

Ante la sede del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), en la calle General Riera, los manifestantes convocados por USO, Metges del Món, GREC, el Col·legi de Treball Social de las Illes Balears y PROSOCIAL, expresaron su protesta por el final de un programa de acogida temporal que contaba con 43 plazas y estaba atendido por 9 trabajadores, ofreciendo alojamiento y cobertura de necesidades básicas para iniciar el proceso de regulación e inserción social en Mallorca.

Competencias

Según los testimonios recogidos por este diario, los manifestantes se quejaban de que «el Consell dice ahora, al cabo de diez años, que no tiene competencias en materia de inmigración, y que el centro debe ser gestionado por el Govern, con lo que para evitar duplicidades y aclararse tendrán que cerrarlo a finales de octubre».

Las entidades convocantes de la manifestación de ayer consideran que «las competencias o las responsabilidades políticas sobre una materia determinada no pueden estar dependiendo de lo que piense el responsable político de turno, sino de las necesidades de la población y de la legislación y de las normativas en vigor».

En ese sentido, recordaron que «el IMAS se debe a la Ley de Servicios Sociales de 2009, en cuyo articulado se encuentran las competencias de los consejos insulares, entre ellas las de crear y gestionar los centros y servicios de carácter insular o supramunicipal, entre los cuales es de libro que se encuentra el centro Anselm Turmeda.

La movilización contra medidas de recorte de organismos públicos proseguirán, según los convocantes de la manifestación de ayer «dado que las necesidades sociales de los inmigrantes son ahora más agudas que nunca, y nadie debe darse la vuelta diciendo que hay otras prioridades porque eso es cinismo en estado puro».

Las entidades convocantes señalaron que las movilizaciones contra el cierre del centro no han hecho «sino empezar».