Josep Ignasi Aguiló, durante la rueda de prensa ofrecida esta mañana. | Joan Torres

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El Govern de Balears, del Partido Popular, aplicará cuatro nuevos impuestos el próximo año y aumentará el resto. Así se contempla en el proyecto de Presupuestos de la Comunitat Autónoma para 2013 que ayer aprobó el Ejecutivo y que, el próximo martes, se entregarán al Parlament para su posterior debate.

El PP, en campaña electoral, se había opuesto a los impuestos. Ayer, el vicepresidente económico, Josep Ignasi Aguiló, insistió en este argumento: afirmó que «la idea de los impuestos es contraria al PP». Pero justificó la medida dada la actual situación.

Entre los nuevos impuestos que serán de aplicación en Balears, a partir del próximo año, figura el de Patrimonio. Los otros tres fueron presentados como «ecológicos»: uno gravará los envases, otro el alquiler de vehículos sin conductor (los rent a car) y, el tercero, a las grandes superficies comerciales. Aumentará el Canon de Saneamiento (que se cobra con el recibo del agua) y también aumentará ek impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados. La recaudación que se pretende obtener por estos tributos es de 135 millones de euros.

Los Presupuestos de la Comunitat Autònoma para 2013 ascienden a 3.574 millones de euros, frente a los 3.675 del actual ejercicio. El descenso es de un 2,74%. El déficit no financiero (la diferencia entre ingresos y gastos) es de 188 millones, el equivalente al 0,7%, que es la exigencia del Ministerio de Hacienda para todas las comunidades autónonomas.

Primeras reacciones

Los Presupuestos para 2013 registran un descenso del 12,9 % de las inversiones reales que serán de 106 millones y en el gasto financiero destaca un incremento de los intereses del 43 %, con 303 millones, que Aguiló atribuyó principalmente al hecho de que el Govern se haya acogido al sistema de pago a proveedores activado por el Gobierno central.

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El vicepresidente, en su comparecencia tras la reunión del Govern, señaló que los pasivos financieros (amortizaciones) pasan de 567 a 504 millones, con una reducción del 11,06 %, debido a la política de endeudamiento «diferente» aplicada por el Govern del PP, que «alarga los plazos de los créditos que se han ido concertando».

La deuda pública asciende a 802 millones de euros, un 3,84 % superior a 2012.

El primer análisis de la oposición fue el previsible: de un lado, constató el «incumplimiento» de las promesas del PP pero, de otro, celebró el nuevo impuesto de Patrimonio . El conseller d'Economía del anterior Govern, el socialista Carles Manera, afirmaba en un tuit: «PP sube impuestos. ¿No se debían bajar para animar la economía? Eso prometieron Rajoy, Bauzá y Aguiló. ¿Dónde queda el liberalismo?».

Desde el PSIB, Francina Armengol, consideró que lo que tendría que haber hecho el actual Govern era «exigir al Gobierno central los 1.000 millones que debe a Balears, lo que, según la líder socialista, hubiera evitado el sacrificio que supondrán «para las clases medias y bajas» estos nuevos Presupuestos.

Según Joana Lluïsa Mascaró (PSM-Iniciativaverds-Entesa), las cuentas de 2013 «no permitirán ninguna reactivación ya que sigue habiendo una gran bajada de inversiones, cuando lo que necesita la economía para reactivarse son inversiones; lo único que garantizan es su obsesión por el cumplimiento de los objetivos de déficit».

Para el portavoz del PP, Miquel Ramis, los Presupuestos de 2013 «reflejan el compromiso de este Govern con las políticas sociales». En su opinión, eso se pone de manifiesto «en el hecho de que el 80% del presupuesto asignado a las Consellerias va destinada a Educación y Sanidad, o lo que es lo mismo, ocho de cada 10 euros se dedican a estas dos partidas». Los sindicatos también fueron críticos.