Las nuevas unidades fueron entregadas en los talleres de SFM en Son Rullan. | J.M.

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Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) recibió ayer un nuevo tren. La noticia, que en circunstancias normales sería motivo de satisfacción genera más problemas. «Ya no sabemos dónde meterlos», comentó ayer el gerente de la empresa pública, José Ramón Orta, el cual reiteró que con la llegada de las cuatro nuevas unidades agrava la falta de espacio para albergar la flota de convoyes electrificados que sigue acumulando SFM.

«El que llega es el tren número doce de la serie 8.100 de la marca CAF y todavía queda por entregar uno más. Lo paradógico es que en estos momentos sólo está electrificada la línea hasta la estación de s'Enllaç y, por tanto, ya no tenemos más capacidad en los talleres», explica Orta, el cual señala que «en estos momentos tenemos que utilizar como ‘aparcamiento' de algunas unidades la estación de la Universitat, lo cual obliga a que el metro tenga que circular por una sola vía».

La razón de este colapso se debe a que durante la pasada legislatura SFM contrató un total de 19 trenes, de entre tres y cuatro unidades cada uno, para cubrir la totalidad de la red ferroviaria con la previsión de que estaría completamente electrificada. Los recortes presupuestarios han frenado la electrificación prevista hasta sa Pobla y Manacor, además de paralizar la prolongación hasta Artà con el ‘tren-tram'.

De hecho, el próximo mes de diciembre, Serveis Ferroviaris de Mallorca pondrá un servicio rápido entre Palma e Inca, que se cubrirá en 22 minutos, con parada única en Marratxí, para poder dar salida a algunas de las unidades adquiridas y así evitar su deterioro.

Esta línea obligará a realizar obras de adaptación en los andenes.