Mabel Cabrer y el president Bauzá, llegando a una sesión del Parlament. | J. TORRES

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El presidente del PP y del Govern balear, José Ramón Bauzá, echó este fin de semana más leña al fuego de la polémica política y ciudadana suscitada en torno a la transparencia de las instituciones y a la necesidad de hacer públicos los ingresos de los políticos.

Oposición y activistas sociales rechazaron un comentario que Bauzá realizó durante el debate de la Ejecutiva nacional del PP sobre el ‘caso Bárcenas'. Durante la reunión sobre las medidas que debía tomar el partido, aseguró que podrían salir a la luz el patrimonio de algunos políticos y abrir un debate entre ricos y pobres.

Sin duda, los reproches más duros llegaron por parte de Jaume Santandreu, activista de la marginalidad y responsable del albergue de Can Gazá. «Ya se me está acabando la paciencia, y no me importa ir a la cárcel», dijo para añadir: «Este hombre ya se dedica a insultarnos, no nos respeta y nos trata como a perros. Nos ha perdido el respeto y, si pudiera, le escupiría en la cara».

Otro activista social, Bernat Vicens, el responsable del grupo Dret Humans, calificó de «verdadera estupidez» y «tontería solemne» que sus reservas a la transparencia en las cuentas públicas las justificase con un comentario sobre cuál sería la reacción de «los pobres». «Lo que tiene que hacer es enseñar su declaración de renta; él y todos los demás, y que no se preocupe de las consecuencias», añadió.

Este asunto, y el anuncio de Rajoy de que se haría pública la contabilidad del PP, se aprobaría una Ley de Transparencia y se harían públicas las declaraciones de renta de altos cargos, animó ayer a la oposición a insistir en su propuesta de que el Parlament, como sucede en otras cámaras legislativas autónomas, dé publicidad a las declaraciones patrimoniales y de actividades de sus señorías.

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El PSIB y los partidos que ahora forman la coalición Més, presentarán iniciativas en este sentido.

«Malas personas»

Fina Santiago, de Més, afirmó que «hablar ahora de debates entre ricos y pobres es una excusa para no publicarlas». Pilar Costa (PSIB) retó a Bauzá a que entregara su declaración y le acusó de dirigir «un Govern marcado por la opacidad». Los socialistas enmarcan la reforma de la ley del Buen Gobierno, aprobada por el Pacte, en ese intento de «ocultar su patrimonio». Para Manel Carmona (EU), «Bauzá está haciendo el ridículo».

La portavoz parlamentaria del PP, Mabel Cabrer, fue la única voz que salió en defensa de Bauzá. Afirmó que «Bauzá ha demostrado que es la persona que más ha luchado contra la corrupción». Acusó a los miembros de la oposición de «malas personas» y afirmó que el Reglamento del Parlament, aprobado en la anterior legislatura, establece la obligatoriedad de presentar declaraciones patrimoniales y de actividades, que se custodian en la Cámara. Lo que no está previsto es que se ‘cuelguen' en la web, como sí ocurre en otros parlamentos. Cabrer afirmó que esa medida significaría «cotilleos». Además, recordó, que los parlamentarios no toman decisiones ejecutivas, como los cargos del Govern.

Preguntada si Bauzá haría caso al PP y difundiría su declaración, la portavoz ‘popular' no fue muy clara: «Hará lo que haga falta hacer».

El Parlament reanuda hoy sus sesiones en plena polémica y con varias preguntas al respecto.