En un comunicado, esta patronal afirma que este nuevo gravamen, que aún debe ser aprobado por el Parlament balear, «pone en peligro» el consumo y la capacidad de recuperación del sector.
La FIAB entiende que la «excusa medioambiental» que supuestamente motiva esta medida no tiene razón de ser, por lo que «no cabe sino pensar en un evidente fin recaudatorio para justificar esta acción desmedida y sin sentido».
En sentido, esta federación recuerda que el sector financia a través de Ecoembes y Ecovidrio el reciclado de los residuos de envases de alimentación y bebidas con excelentes resultados, por lo que es «inaceptable» establecer un gravamen sobre este mismo hecho imponible.
«Este impuesto castigará inevitablemente a las rentas sociales menos favorecidas, discrimina al consumidor en función del territorio, rompe la unidad de mercado y altera las condiciones de competencia de las empresas», se advierte en la nota.
Un impuesto de estas características «pone en cuestión la salida de la crisis y el repunte de la economía», asegura la FIAB.
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