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Expertos policiales de la Jefatura del CNP de Barcelona trabajan para recuperar diez mil correos electrónicos relacionados con el 'caso Nóos'. Los e-mails los obtuvo un experto ´hacker´, el ingeniero argentino Matías Bevilacqua, a partir del soporte digital que le dio Mario Pascual Vives, abogado defensor de Iñaki Urdangarin. A su vez, Vives había recibido el soporte del juez Castro cuando se levantó el secreto de sumario del 'caso Nóos'.

Detenido

Bevilacqua fue detenido en Barcelona en mayo de 2012 en el marco de la 'operación Pitiusa'. Un caso en el que se arrestó a más de un centenar de personas en todo el Estado, y que gira en torno a que detectives privados pagaban a funcionarios de Hacienda, la Seguridad Social, Guardia Civil y policía para obtener información confidencial. En su despacho la policía intervino un pen drive en el que después se comprobó que había 30 mil correos electrónicos del 'caso Nóos'.

El fiscal Pedro Horrach se desplazó a Barcelona y tomó declaración al 'hacker'. Este dijo que había cobrado 6.900 euros del abogado Mario Pascual Vives para que le ayudara a clasificar el material del sumario. Bevilacqua así lo hizo y, además, recuperó 30 mil correos que habían sido borrados, después de entrar en la correspondencia del despacho de abogados Medina-Tejeiro.

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De la citada cifra 20 mil los tenían el juez y el fiscal, pero no los otros diez mil que desde hace más de un año están en poder del abogado de Iñaki Urdangarin.

El pasado fin de semana el fiscal Pedro Horrach estuvo en la Ciudad Condal para comprobar el estado de las investigaciones. Por el momento no se tiene ningún dato, en un sentido u otro, de la importancia que puede tener para la investigación alguno de éstos correos.

Cierre

En cualquier caso, si los expertos policiales consiguen recuperarlos, ello supondría un retraso añadido al cierre de la instrucción de la causa. Tras el hallazgo del pen drive el juez abrió una pieza secreta.

Bevilacqua, que es socio de la empresa CFLabs de Barcelona, aseguró al fiscal Horrach que ha estado trabajando para el Centro Nacional de Inteligencia, y que de ahí proceden 140 mil euros que le intervinieron en su caja fuerte. Por su parte Pedro Morenés, ministro de Defensa, negó que Bevilacqua hubiera sido agente del CNI, pero reconoció que se le contrató «por temas de software y sus grandes conocimiento de informática».