El número de personas que viven en la calle de forma permanente se ha incrementado de forma importante desde el inicio de la crisis. | Teresa Ayuga

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El año pasado fue, con diferencia, el peor de la crisis económica, porque al progresivo aumento del paro se unió el que muchas personas que perdieron el trabajo en años anteriores vieron como se les agotaban las ayudas o prestaciones que recibían. Algunas de ellas, incluso, terminaron viviendo en la calle de forma permanente o temporal, por lo que el número de personas sin hogar en Palma creció en 2012 de forma alarmante (ver gráfico).

Lo saben bien en la Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES), que el año pasado atendió a 1.036 personas sin hogar o en riesgo de exclusión (799 hombres y 237 mujeres), de las que 513 eran nuevos usuarios de este servicio, cuya titularidad es del Institut Mallorquí d´Afers Socials, pero que gestiona Cruz Roja. Una de cada tres personas atendidas –hasta 361–, era víctima directa de la crisis, ya que su principal problema es el paro o los recursos económicos escasos, razón por la cual viven en la calle de forma permanente o temporal.

Nuevo perfil

Hasta 280 personas del total de atendidos (un 27%) son personas que viven en la calle de forma permanente (259 hombres y 21 mujeres), el 55% es de procedencia española. Para el 46% de ellas el principal problema es el alcoholismo y suelen ser personas que carencen de habilidades sociales y tienen un deterioro cognitivo y funcional debido a la cronificación de su situación en la calle.

Pero para otro 29% (81) el problema que les ha llevado a vivir en la calle es el desempleo (el 21%) y los recursos económicos escasos (el 8%). «Estos forman parte de un perfil nuevo de usuarios que se refiere a personas directamente afectadas por la crisis, que provienen de una situación normalizada, que tenían un empleo y habilidades personales y que hasta hace poco no habían hecho uso nunca de los servicios sociales», explica Ana Espinosa, coordinadora del área de Inclusión Social de Cruz Roja.

Otras 610 personas del total de atendidas el año pasado viven en la calle de forma temporal, y para el 46% (280) de ellas su problemática principal es también la inserción laboral (el 36%) y los recursos económicos escasos (el 7%), es decir, también afectados de la realidad económica. Son 494 hombres y 116 mujeres, un 60% de ellas de nacionalidad española. Aunque también en este grupo se detectaron problemas de drogas, alcoholismo o la salud mental.

Por último, 146 de total de personas atendidas no vivían en la calle, pero sí se encontraban en riesgo de exclusión social.

En lo que va de 2013, la UMES ha atendido a 406 personas, 201 de ellas sin hogar permanente, 143 sin hogar temporal y 62 que no están en la calle.