Imagen del pleno del Parlament de hoy. | Teresa Ayuga

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El Parlament ha aprobado hoy que los hoteles de 4 y 5 estrellas de Baleares que se renueven y pertenezcan a las «Zonas Turísticas Maduras» -solo la Playa de Palma tiene de momento esta consideración- puedan construir una o dos plantas más, con un máximo de ocho metros de altura.

El decreto ley de Medidas Urgentes de Carácter Turístico e Impulso de Zonas Turísticas Maduras ha sido aprobado hoy en la Cámara legislativa con el apoyo del PP y la oposición del PSIB-PSOE y de MÉS.

Esta nueva norma del Govern balear (PP) declara la Playa de Palma como «Zona Turística Madura», por lo cual se agilizarán los trámites administrativos y burocráticos a los empresarios para renovar la planta hotelera de manera inmediata.

El conseller de Turismo y Deportes, Carlos Delgado, ha destacado durante su intervención parlamentaria que solo en la Playa de Palma se ha solicitado en el último año la renovación de unas 8.000 plazas hoteleras y este otoño se comenzarán a construir cuatro hoteles nuevos: uno de cinco estrellas -el primero de este nivel en la zona-, uno de cuatro estrellas plus y dos de cuatro estrellas.

En total, la inversión privada en esta zona con 35.000 plazas turísticas asciende a 100 millones de euros, ha destacado el conseller, que ha señalado que unos veinte hoteles podrán incrementar el número de plantas.

Este decreto quiere incentivar la renovación de un destino turístico obsoleto lleno de construcciones antiguas y que la iniciativa privada realice inversiones que supongan su modernización, para lo cual el Ejecutivo autonómico establece incentivos.

El decreto recoge que la declaración de «Zona Turística Madura» se aplique a otros puntos de Baleares, lo que deberá ser aprobado por el consell de cada isla a propuesta de los ayuntamientos, que decidirán los beneficios e incentivos que pueden obtenerse por la renovación de los establecimientos, como puede ser aumentar el número de plantas.

El nuevo decreto permite a los establecimientos que tengan o logren con su renovación cuatro estrellas y tres llaves, un incremento de edificabilidad -del 15 % para los de 3 llaves y del 20 % para los casos de 4 y 5 estrellas ó 4 llaves- de una o dos plantas hasta un tope de 8 metros.

Si la mejora supone un aumento de categoría a 5 estrellas se puede solicitar un aumento adicional de ocupación y edificabilidad del 10 %.

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También se obliga a hostales, pensiones, posadas, casas de huéspedes, campamentos de turismo, cámping, viviendas turísticas de vacaciones y viviendas de estancias turísticas de Baleares que presenten antes de fin de año un plan de calidad y lo ejecuten en un término de tres años.

Además, la oferta de restauración y entretenimiento, deportivas, culturales, lúdica y de turismo activo deberá presentar y ejecutar también estos planes. Todos estos establecimientos deberán modernizarse en este plazo de tres años o deberán cerrar.

El conseller ha defendido que el modelo de renovación de las zonas turísticas de Baleares es «realista», deja en manos de la iniciativa privada la inversión y no consume más territorio como proponía el modelo del Govern balear del Pacto de Progreso.

La diputada del PSIB-PSOE ha criticado el «camino de la sumisión» del Ejecutivo al sector hotelero, dejando de lado al resto de los sectores afectados, desde la patronal del comercio, la restauración y las entidades vecinales. «La mayoría del PP aplica su rodillo que todo lo aplana», ha lamentado Oliver, que se ha quejado que se haya empleado la figura del decreto ley para evitar consensuar «nada» con la oposición.

En opinión de Oliver, el modelo de renovación hotelera del PP es el de «Benidorm, marco incomparable de las películas de Torrente», ha afirmado.

Por parte de MÉS, el diputado ecologista David Abril ha manifestado que, en realidad, este decreto ley es una normativa «desreguladora» que pretende generar una nueva «burbuja inmobiliaria» en las Islas Baleares.

En el fondo, el plan del Govern es un «dejà vú» del modelo de construcción hotelera de los años 60 que supuso la urbanización de muchísimas zonas vírgenes de gran valor ambiental, ha comentado Abril.

«Están de parte de quienes más tienen», ha lamentado Abril en alusión al interés del Govern en servir a «determinados intereses» empresariales hoteleros para convertir la Playa de Palma en la «Eurovegas» de las Baleares.

Lourdes Bosch, del PP, ha pedido a la oposición que no «tergiverse» y «no mienta» porque la Playa de Palma ni será nunca Benidorm, donde hay edificios con más de 50 plantas, ni se incrementará el número de plazas turísticas. Es más, ha apostillado, «sólo» unos 20 hoteles de esta zona alcanzarán las 8 alturas.