Iñaki Urdangarín a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Barcelona con más de una hora de antelación sobre el horario previsto para el inicio de la vista en la que una juez debe resolver si mantiene la prohibición de difundir los correos que afectan a su intimidad. | Efe

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Iñaki Urdangarin reiteró ayer ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número 46 de Barcelona su petición de que prohiba las difusión de los correos electrónicos aportados al juez José Castro por su exsocio en el Instituto Nóos Diego Torres, ya que, afirma, vulneran su derecho a la intimidad.

El yerno del Rey, Torres y sus respectivos abogados, Mario Pascual y Manuel González Peeters, coincidieron ayer por primera vez en un juzgado, ya que no lo había hecho en todas las ocasiones en que ambos han sido citados a declarar en Palma por el ‘caso Nóos'.

Urdangarin solicitó, y la juez le concedió de forma urgente el pasado día 15 de abril, que los correos electrónicos relativos a su intimidad en poder de Torres no pudieran ser publicados por los medios de comunicación.

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Vista

Ayer se trataba de que la juez escuchara de nuevo en una vista a Urdangarin, a los abogados de los medios de comunicación y a Diego Torres, para decidir sobre el mantenimiento o la revocación de la prohibición de difundir los correos electrónicos de carácter íntimo del duque.

La juez tiene una semana para decidir sobre esta cuestión, que, según fuentes judiciales, podría suponer la pretensión de la censura previa de los ocho grupos editoriales demandados. La defensa de Torres ya se había opuesto a la petición del marido de la infanta Cristina, argumentando ante el juez Castro que su cliente «no se ha valido de claves, ni se ha introducido en cuentas de correos electrónicos, ni nada que se le parezca». «Tiene acceso a lo que le pertenece, a lo que formaba parte del quehacer diario del Instituto Nóos, a todo y eso, ni es íntimo, ni es personal ni es secreto», precisaba el letrado.

Torres ha aportado decenas de correos electrónicos relacionados con el yerno del Rey, en momentos clave de la investigación del ‘caso Nóos', con el objetivo de apoyar sus argumentos de defensa ante el juez instructor.