TW
40

Una vez que el yate Fortuna ha dejado de formar parte de los veranos de la Familia Real, con sus tradicionales excursiones a Cabrera, los monarcas todavía poseen una importante flotilla de embarcaciones a su disposición en la Estación Naval de Portopí. Destinadas a llenar sus momentos de ocio durante sus vacaciones en Mallorca, su presencia se ha hecho habitual desde años atrás con sus frecuentes salidas por aguas de la bahía

Tampoco la alta velocidad era patrimonio exclusivo del Fortuna , aunque sí su alto consumo. Con un coste de mantenimieto más económico la súper lancha Llamp, una Magnum 50 apodada 'La Bestia' en los círculos náuticos, puede alcanzar la vertiginosa velocidad de 70 nudos, más incluso que el Fortuna , según el récord establecido en sus pruebas de navegación con mala mar.

Comodidad

Con acomodación suficiente para acoger a casi toda la familia con cierta amplitud, esta embarcación dispone de una toldilla para guarecerse del sol y de una zona para solario. Su acomodación en el exterior se compone de mullidos sofás que permiten disfrutar de la navegación de forma confortable. Es rápida, marinera, espaciosa y manejable, condiciones idóneas para una agradable excursión y con autonomía suficiente para un crucero de ida y vuelta a Cabrera.

Otra embarcación muy digna para los miembros de la Familia Real y asimismo muy conocida por sus paseos a bordo en veranos anteriores, es la Somni, una Pershing 54, que es en realidad un pequeño yate fabricado por Ferretti y que mide 17,4 metros de eslora por casi 5 de manga y más de uno de calado. Su propulsión corre a cargo de dos motores Man de 1.200 C.V. Frente a la súper lancha Llamp, dispone de una habitabilidad interna más apropiada en caso de condiciones meteorológicas adversas o también para evitar una excesiva insolación.

Así, su acomodación se compone de tres cabinas separadas de mayor amplitud. Esta embarcación fue utilizada por los duques de Lugo e Iñaki Urdangarin durante una jornada náutica en Cala Blava en agosto de 2005.

Lancha neumàtica

Además de estas dos embarcaciones, la Familia Real cuenta también a su disposición con una súper lancha neumática Omega Tres, que dispone de toldilla para paseos a cubierto del sol y la lluvia.

Esta lancha es idónea para el seguimiento de regatas, dada su capacidad de acercamiento sin obstruir el recorrido por sus cualidades maniobreras de gran agilidad. Asimismo esta embarcación permite acelerar con presteza.

Otra adquisición náutica de la Familia Real fue una lancha semirrígida y semicubierta, menos conocida. Las características de la Estación Naval de Portopí con hangares, gradas y talleres, son un lugar idóneo para el mantenimiento de esta flotilla de embarcaciones de ocio que cada verano se utilizaban junto con el Fortuna . Este, en realidad, era el buque insignia de esta flota de variada tipología y prestaciones para cualquier eventualidad social o deportiva, a la que complementan los veleros participantes en la Copa del Rey.