Miles de personas se han concentrado en Palma en la tradicional manifestación independentista del 30 de diciembre. | Teresa Ayuga

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Alrededor de 5.000 personas según los organizadores –3.500 según el cómputo policial– se manifestaron ayer en Palma en favor del derecho a decidir en los territorios de los Països Catalans y especialmente por lo que se refiere a Catalunya, cuyo Govern reclama esa consulta popular.

La manifestación conmemorativa de la Diada de Mallorca, que se lleva a cabo en el penúltimo día del año por parte de entidades ciudadanas y fuerzas políticas de izquierda agrupadas en la Plataforma 31D tenía en esta ocasión el lema Els Països Catalans decidim: autodeterminació, y estaba organizada por Assemblea Sobiranista de Mallorca, Esquerra Republicana, Grup Blanquerna, Iniciativa Verds, PSM-Entesa, JEN-PSM, JERC, STEI-i y Ateneu Pere Mascaró, si bien se unieron a la misma numerosas organizaciones sociales en acuerdo con las reivindicaciones planteadas y su forma de entender en 2013 esta cita ciudadana en la calle.

En las primeras filas de la manifestación, a la que antecedieron xeremiers, hubo sendas pancartas, una de la plataforma convocante con su llamada y otra firmada por Esquerra Republicana con el título Nou Estat en construcció.

Tras esta última figuraban, entre otras personas, Joan Tardà, diputado por ERC en el Parlamento español, quien señaló que «si finalmente el año que viene los catalanes decidimos nuestro futuro y ganamos la consulta estamos convencidos de que los ciudadanos de Balears también podrán decidir sobre lo que desean, de manera que la suerte de ambos territorios está muy ligada».

Por su parte el líder de Esquerra Republicana en Mallorca, Joan Lladó, puso de manifiesto que la decisión del Govern catalán de llevar a cabo una consulta soberanista «es la apertura de una vía para que exista una opción válida y esperanzadora tanto para Balears como para la Comunitat Valenciana».

Autonomías superadas

Por su parte Fina Santiago, diputada de Més en el Parlament balear, manifestó que sumarse a la manifestación era una cuestión necesaria «en un momento en que la derecha reaccionaria no sólo ataca a los derechos individuales de las personas sino también al que tienen los pueblos a tomar decisiones colectivas como la autodeterminación y ello en un ámbito político en el que entendemos que los procesos de autonomía en España están superados y debemos contribuir a profundas reformas en la Constitución».

En cuanto a los organizadores de esta manifestación, Magí Moranta, portavoz de la Plataforma 31D, explicó que se trataba de «una más de las iniciativas de la sociedad mallorquina para defender sus derechos culturales y lingüísticos, que en esta ocasión claramente se opone a las políticas totalitarias y represoras del PP», y añadió que el president José Ramón Bauzá «es el personaje que mejor avala esta manifestación por su Ley de Símbolos que prohibe la colocación de banderas cuatribarradas en edificios públicos».

Al término de la manifestación, en la plaza de los Patines, el poeta Biel Mesquida dio lectura a un manifiesto en nombre de los convocantes cuyo punto de partida fue la frase «quiero a los que quieren lo imposible», al que siguieron alusiones al president Bauzá por lo que consideró «recortes a la lengua catalana que llegan al apartheid de quienes la hablan», y la «negación absurda de la existencia de los Països Catalans». En todos los casos, las alusiones al líder del Ejecutivo balear fueron interrumpidos por los presentes con prolongados abucheos.

Finalmente Mesquida invitó a los reunidos a tener en cuenta el grito guanyarem «cuando se trata en el caso de los habitantes de Balears de luchar por nuestra dignidad colectiva».