El director expedientado pasó la mañana de ayer declarando ante el juez instructor que lleva su caso. | ultimahora.es

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«No descarto que haya presiones de arriba, políticas, para que al final se me sancione», asseguró ayer el director del IES Marratxí, Jaume March, tras pasarse toda la mañana declarando ante el juez instructor (que es un inspector) que lleva el caso del expediente que se le abrió justo antes de Navidad. Había sido citado el día 9 para que se personara en el despacho del inspector a fin de aclarar las circunstancias sobre los hechos que han sido denunciados por una alumna. También pesa sobre él una queja ante la defensora del menor.


«He respondido a todo lo que se me ha pedido y he aportado mucha documentación», explicó. Por ejemplo, aportó los correos internos mediante los que, durante la huelga, «se daba instrucciones al profesorado que no secundaban el paro de seguir con las clases», o los papeles que demuestran que «en todo momento cumplí con la normativa en el tema de servicios mínimos». «Salvo en el paro del día 24 –concretó–, que era de ámbito nacional y se hizo por sorteo, los demás días se podían adjudicar los servicios mínimos por sorteo o por designación directa y lo que hice fue hacerlo de esta última forma en el caso de los voluntarios y recurrir al sorteo si faltaban personas».

March se reconoció tranquilo, «porque en todo momento cumplí la ley», y reconoció que el tono del interrogatorio fue «normal» y «correcto». Ahora, el proceso seguirá su curso, a la espera de si el juez instructor –que sigue sin aplicar medidas cautelares– le vuelve a llamar o no o si ya toma una decisión. «Esto se puede alargar hasta un año y medio, pero como tarde tanto igual me pilla ya jubilado», comentó.