Mario Mañas (izquierda) y Sergio Martín, delante del cartel de bienvenida a Galileo.

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El actor mallorquín Mario Mañas y su pareja, Sergio Martín, acaban de regresar a Barcelona, donde residen, después de permanecer varias semanas en Los Ángeles, con Galileo, un niño recién nacido de una gestación por sustitución. La pareja se ha encontrado con la oposición del cónsul José Luis Solano en el momento de inscribir al pequeño en el registro consular.


«El cónsul ha decidido paralizar la orden de inscripción por una cuestión personal y, por su culpa, nuestro hijo, que es lo más importante, se queda sin todos sus derechos», declaró Mañas, quien contó que «nuestro hijo nació el 31 de enero y el 19 de febrero nos dijeron en el Consulado de Los Ángeles que el Ministerio de Justicia había dado una instrucción para paralizar los registros de los niños nacidos por gestación subrogada, mal llamado vientre de alquiler, pero es todo mentira, es una decisión del cónsul».

Mañas argumentó que «el presidente de la asociación ‘Son nuestros hijos', Antonio Vila-Coro, nos confirmó que no hay ninguna orden de paralización de las inscripciones y por ejemplo, en Chicago, la desconocían». El niño se encuentra en Barcelona con sus padres pero no está inscrito como español.

«Al tratar de inscribir al niño en el Consulado nos preguntaron si sabíamos lo que había pasado una semana antes con la resolución del Supremo que quitaba la nacionalidad a dos niños de Valencia», expresó la pareja. Mañas añadió que «nos trataron de epidemia porque les damos mucho trabajo, algo muy fuerte de oír si tenemos en cuenta la ilusión y el esfuerzo que representa la gestación subrogada». «Cualquier trámite que sería una ilusión para otra pareja, para nosotros significa miedo e incertidumbre», advirtió Martín, quien señaló que «nuestro hijo se ha empadronado como un inmigrante y representa que solo puede estar en España tres meses».

«Queríamos ser padres y nos informamos de la gestación subrogada; a partir de aquí comienza nuestro proyecto de familia», explicó Mañas, quien expuso que en Estados Unidos, cuando la gestante, que en nuestro caso es diferente de la donante, está embarazada de un mínimo de 20 semanas, se realiza un juicio de afiliación de paternidad para dejar claro que nosotros seremos los padres».

«Lo que ahora quieren es que se denuncie a la gestante por abandono de su hijo, uno de los dos hombres renuncie a su paternidad y que conste el nombre de una mujer ya que no soportan que aparezcan legalmente dos hombres como padres», apuntó Martín, quien concluyó que «es algo inaceptable que quebrantaría las leyes de Estados Unidos».