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Indignación e impotencia. Esos son los sentimientos que ayer imperaban entre los comerciantes de Via Sindicat, al ver sus tiendas inundadas con la arena que se coloca en la calle para el paso de las procesiones. La dirección de Emaya achacó estos incidentes al retraso en la limpieza motivado por la asamblea que realizaron los trabajadores de Emaya, ya que no pudieron limpiar con agua entre las 6 y las 8 de la mañana. Posteriormente, ya había personas por la calle y los operarios no pudieron tirar agua; se recurrió a una barredora pesada, pero como ocasionaba molestías limpiaron a mano. Además, este año Infraestructuras ha tirado una arena más arcillosa y más cantidad, a petición de las cofradías.

«Ha sido horroroso, un desastre», lamentó el presidente de la asociación de comerciantes de Via Sindicat, Toni Fuster, quien describió la desagradable sorpresa que se encontraron al subir las barreras. Criticó la «nefasta» actuación del servicio de limpieza y explicó que muchos comerciantes se pasaron toda la mañana limpiando y algunos no pudieron abrir hasta el mediodía. Por eso, reclamarán a Cort que pague los daños ocasionados y no descartan las medidas legales. Además, con la ayuda de Pimeco, están recabando datos para cuantificar las pérdidas.

La dirección de Emaya envió un comunicado pidiendo disculpas a los comerciantes y aseguró que disponen de un seguro que les permitirá hacer frente a las reclamaciones de daños que estos realicen.

Además, esta mañana se celebrará una reunión para decidir si tiran o no más arena en las calles más estrechas.

Por otra parte, ayer a mediodía había unos 500 contenedores de basura sin recoger aún desde la noche anterior. La dirección lo atribuyó al retraso ocasionado por la celebración de la asamblea. Sin embargo, desde los sindicatos aseguraron que se debe a una mala organización, el descenso de trabajadores y a que algunas máquinas están estropeadas.