José Ramón Bauzá y Antoni Gómez, esta mañana durante la rueda de prensa. | Pere Bota

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El president del Govern, José Ramón Bauzá, anunció ayer una reforma electoral que, posiblemente, no se aprobará nunca pero que será el plato principal del debate político de aquí al final de la legislatura: la reforma de la Ley Electoral para reducir el número de escaños del Parlament de las Islas. La Cámara balear está formada ahora por 59 escaños y Bauzá y su partido, el PP, quieren que pasen a 43.

Una reforma de este calado requiere la modificación de la ley electoral autonómica. Para reformarla es insuficiente la mayoría absoluta que tiene ahora el PP, 34 escaños. Hace falta el voto favorable de dos tercios de la Cámara, es decir 38.

PSIB y Més rechazaron ayer la reforma. Y lo mismo hicieron otros partidos. Desde EU a UPyD pasando por el PI. Entienden que un ‘tijeretazo' así supondría mermar la representatividad y dificultará el acceso de las diferentes fuerzas a la Cámara. El Govern mantiene el porcentaje mínimo del 5% para tener acceso a la Cámara. Para PSIB y Més, esta medida sólo puede entenderse desde «la demagogia».

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Fue el propio president, acompañado del vicepresidente Gómez, quien ayer compareció ante los medios para informar de la propuesta. La presentó como ‘borrador del anteproyecto de ley' que quiere enviar al Parlament esta legislatura para que entre en vigor en la próxima.

La reforma se complementa con otro paquete de medidas (que el PP podría aprobar hoy mismo si quisiera) que modifican las retribuciones del Parlament. Vuelven las dietas por asistencia, que funcionaron en las primeras legislaturas, y los sueldos sólo se reservan para los miembros de la mesa y los portavoces y portavoces adjuntos. Además se prevé reducir las asignaciones por grupo y las subvenciones electorales. Según Bauzá, de todas las reducciones previstas, podría obtenerse un ahorro de 11 millones de euros por legislatura. Sólo reducir escaños, rondaría los 7.

El president retó a PSIB y Més a apoyarle. Afirmó que «es lo que nos pide la calle». En su opinión «sólo a quienes son profesionales de la política y buscan vivir de ella» les pude molestar una propuesta de este tipo. Desde los consells gobernados por el PP (todos salvo el de Formentera) llegaron apoyos a la propuesta que ya se ha puesto en marcha en Castilla-La Mancha. Bauzá negó que con el recorte de escaños se mermara la representación de los partidos, aunque se elevará el número de votos necesarios para alcanzar el primer escaño, según una proyección del propio Ejecutivo.