Representantes de FETE - UGT denunciaron la saturación de los centros de educación especial de Inca, Manacor y Palma.

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La Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT) denunció ayer la saturación de los centros concertados de educación especial de Palma, Inca y Manacor. Estos centros «han superando los límites legales de alumnos por aula, por lo que están recibiendo una atención deficitaria», aseguró la responsable de enseñanza privada del sindicato, Yolanda Bensedik.

En Balears hay siete centros concertados de este tipo (y uno público, en Son Ferriol), que trabajan con alumnos con discapacidad intelectual, física, de movilidad, sensoriales y problemas de conducta. Pero la situación más crítica se da en el centro Joan XXIII, que atiende la comarca de Inca; el Joan Mesquida, para la comarca de Manacor, y el Mater Misericordiae, que da servicio a la zona de Palma.

Personal complementario

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Responsables de los centros afectados lamentaron ayer que Educació les ha denegado las peticiones de aumento de aulas concertadas y, por tanto, de personal de cara al próximo curso. «El Govern nos ha respondido que no hay dinero para contratar más profesores e incrementar las horas de personal complementario como logopedas, orientadores, psicólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas y auxiliares educativos», declararon. «Solo estamos pidiendo que se cumpla la normativa legal», subrayó Paco Verdejo, profesor en Joan XXII, quien también se quejó de que sí se están dando más recursos para este tipo de aulas en los centros que tiene el Opus Dei.

La causa de la masificación, dijeron, está motivada por la derivación -durante todo el curso- de alumnos con problemas de conducta desde centros ordinarios, «donde han disminuido los docentes especializados». También acogen alumnos provenientes de los centros de menores donde se ingresa a jóvenes con problemas judiciales.

En concreto, en el Mater Misericordiae ha aumentado un 55 % el número de alumnos durante este curso escolar: atiende a 192 jóvenes cuando a principio de curso eran 132. Por eso reclama cuatro aulas más.

El Joan XXIII reclama un aula más para poder asistir a 76 alumnos y los 12 que están por llegar. Durante los últimos años el número de estudiantes de este centro ha crecido un 30 % . En el Joan Mesquida, que pide también un aula, el incremento ha sido del 15 % durante el último año y atiende a 68 jóvenes.