Jaume Matas, con su esposa, Maite Areal, y Miquel Ramis, en una de las famosas y multitudinarias comidas que organizaba Onofre Plomer.

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Dirigentes históricos del PP como Joan Fageda, Onofre Plomer, Pilar Ferrer o Catalina Soler, la única de todos ellos que en la actualidad ocupa un cargo, han mostrado su apoyo a Jaume Matas ante su inminente entrada en prisión. Todos ellos se han solidarizado con Matas en público a través de su muro de Facebook. Algunos, como Miquel Ramis, también han lamentado en público que el expresident tenga que entrar en la cárcel, aunque han justificado la decisión del Gobierno de no concederle el indulto en que es lo mejor para el partido.

El apoyo explícito de estos dirigentes históricos ha hecho aún más evidente el silencio de los actuales responsables del PP, que reniegan del pasado reciente de la formación y, especialmente, de quien fue su expresidente. En el entorno de José Ramón Bauzá la consigna es desvincularse como sea de Matas, aunque algunos de sus actuales dirigentes de peso, como Mabel Cabrer o José María Rodríguez, formaron parte de los gobiernos del expresident.

Malestar

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La inmensa mayoría de los consellers que formaron parte de los gobiernos de Matas no quieren saber nada de quien fue su jefe, especialmente aquellos que se han visto en problemas judiciales derivados de la gestión de Matas en el Govern. Existe un profundo malestar contra Matas entre Mabel Cabrer, Aina Castillo y Joan Flaquer y con Rosa Estaràs las relaciones están rotas por completo, hasta el punto de que la exvicepresidenta no menciona ni su nombre cuando se refiere a él. Castillo y Matas mantenían una fuerte relación de amistad que ha quedado completamente rota.

Todos ellos se siente traicionados por Matas y le culpan de ser el responsable de sus problemas. Mabel Cabrer llegó a emplazar a Matas a que diera explicaciones públicas cuando algunas informaciones apuntaban hace unos meses a la posibilidad de que la actual portavoz parlamentaria del PP fuera imputada en relación con la trama de financiación del partido. Pidió a Matas que acudiera el juez y dijera claramente que ella no tenía nada que ver con el caso.

Los únicos excompañeros de gobierno que tienen cierta relación con Matas son Catalina Cirer y José María Rodríguez. Con este último se le pudo ver comiendo el año pasado en Palma, cuando Matas viajó a Mallorca para pasar las vacaciones de verano. Rodríguez fue secretario general del PP cuando Matas era presidente del partido y mantiene desde entonces los puentes de comunicación abiertos.

En el caso de Catalina Cirer, la relación es cordial y amistosa. Cirer ha sido el contacto entre el expresident y el resto de consellers de sus gobiernos hasta que se produjo la ruptura total de relaciones.