Carroza de La Assumpció, con la Beata vestida de payesa rodeada de angelitos. | M. À. Cañellas

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La procesión del Carro Triunfal de la Beata celebrada en Palma llevó la emoción y la tradición por calles céntricas, concurridas por el público joven. Esta pieza histórica recién reformada a iniciativa del Consell de Mallorca y adornada con flores blancas albergó en su alto trono a la Beateta 2014, Pilar Catalina Thomás Giménez Andreu, y a su corte de angelitos.

A las siete de la tarde se inició el cortejo desde el Passeig Mallorca, para seguir por Jaume III, Unió, Plaça Mercat, Plaça Weyler, Riera, la Rambla, Via Roma y Santa Magdalena. La comitiva la encabezó la Sección Montada de la Policía Local, seguida del Padrí de la Beata, representado por el actor Vicenç Torres y los Tamborers de la Sala.

Al anterior grupo siguieron los gigantes del Consell de Mallorca, el de la Escola de Música i Danses de Mallorca y los dimonis, cabezudos y gigantes de Santa Maria del Camí, que desfilaron causando sensación a los sones de su propia batucada. Detrás, estuvieron los cabezudos de Marratxí y Binissalem.

El Carro Triunfal hizo parada en Sant Nicolau, donde la Beateta fue obsequiada por el párroco con el cucurucho de golosinas. Luego, siguió hacia el Teatre Principal, donde esperaban las autoridades. Allí la niña recibió de la presidenta, María Salom, la placa de recuerdo y una caja de bombones, cerrando el cortejo la Banda Municipal de Música hacia el convento.