Aina Calvo junto a José Hila. | Pere Bota

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El PSIB estaba esperando a Pepe Hila como segundo gran escollo para conformar el pacto con la izquierda. Y así está siendo. La primera dificultad, el intento de MÉS de colocar a Biel Barceló como president del Govern por encima de Francina Armengol, se está superando con mucho esfuerzo. Francina está ganando esta batalla de la lógica. Hasta David Abril ha comprendido que faltan un par de legislaturas para desarrollar su leninismo de manual. Ahora manda el diálogo de corte socialdemócrata y así lo han visto tanto Iniciativa como Podem. La primera prueba se está superando.

Pero faltaba la Pepada, el trago de aceite de ricino de la levantisca organización socialista de Palma. Hila no acepta que sea Antoni Noguera (MÉS) la primera vara. Quiere ser el alcalde, lo cual pone en riesgo que Francina se convierta en presidenta. «Cuando Pepe entre en razón, quedará desatascada casi por completo la negociación», afirman fuentes del PSIB. Si fuese solo Hila, Francina podría arreglarlo ofreciéndole una conselleria o algo parecido. Pero el drama «es que detrás está Aina Calvo», que fue humillantemente derrotada por Armengol en las primarias socialistas del año pasado. Calvo sabe que si Francina es elegida presidenta del Govern está acabada políticamente. «Sólo pensarlo le produce espasmos. Por eso arma camorra».

Pero a Aina aún le queda Pepe, su querubín de Cort, para liarla parda, si puede. Ya lo proclamó Calvo en la campaña electoral de las primarias: «Hay otra manera de hacer las cosas». Ahora lo está demostrando,«juego sucio para entorpecer el proceso». Por contra, Francesc Miralles, candidato del PSIB en el Consell, no pondrá ningún problema para que el presidente sea Jesús Jurado de Podem y «aceptará disciplinadamente el cargo que se le asigne con dignidad, disciplina, por el bien de su partido y por la sociedad a la que sirve. Esa es la diferencia», dicen en el PSIB

La dirección socialista sabe que a medida que avancen las negociaciaciones Hila estará más teledirigido por Calvo que nunca. Aún faltan palos en las ruedas en el avance de la izquierda hacia un pacto triparto. Una manera de desatascarlo sería ofrecerle alguna prebenda a Calvo. Si Francina hiciese eso, el globo Hila se deshincharía ipso facto, pero Armengol quiere ser una presidenta seria. Sabe que si potencia a Calvo se volverá contra ella a la menor ocasión. No vale la pena ni intentarlo.

La solución, como tantas veces, estará en Madrid. Sólo una buena ladrada de dobberman de Pedro Sánchez a Aina Calvo y al simplón de Pepe, naturalmente en privado, arreglará coyunturalmente las cosas. Para Hila sí que puede haber cargo importante. Para su inductora, todo indica que de ninguna de las maneras.

Limpieza

En todo caso, una vez se hayan constituido las instituciones y el nuevo Pacte empiece a avanzar, los indicios racionales apuntan a que la cúpula del PSIB no tendrá más remedio que hacer «una buena limpieza» en la organización palmesada, igual como hizo Sánchez en Madrid al echar a Tomás Gómez y nombrar una gestora. «Es doloroso, pero no quedará otro remedio», afirman fuentes socialistas. La solución pasa porque Palma tenga una única agrupación y por imponer la disciplina colocando un presidente de gestora «serio, responsable y leal».

Pero de momento el objetivo es «hacer entrar en razón» a Hila. «Calvo le pincha mañana, tarde y noche para que insista en ser alcalde y ponga nervioso a Noguera. Quiere follón a cualquier precio. Si queremos presidir el Govern hemos de dar imagen de coherencia e imponer el orden interno en Palma». Pedro Sánchez es la última carta, pero también la más efectiva.