José Ramón Bauzá. | M. À. Cañellas

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Bauzá sería hoy un cadáver político en putrefacción si no fuese porque los rodriguistas le fuerzan a resistir en plan Alcázar de Toledo. José María Rodríguez, Alvaro Gijón, Sandra Fernández, Paco Frau y su aparato saben que están acabados si el alzamiento anti Bauzá tiene éxito. Le exigen que aguante hasta el congreso y que intente dejarlo todo «atado y bien atado». Bauzá y su depauperado y anonadado sanedrín les ha creído e intentan luchar. Por eso ha dado pasos «surrealistas» en las últimas horas.

En este contexto se inscribe la «delirante» decisión de Bauzá de nombrar portavoz adjunto en el Parlament a Antoni Camps, «un ultramontano menorquín que es una coz en la cara de la sensibilidad regionalista de la mayoría del PP».

Tal huída de la realidad escudado por el rodriguismo atrinchero en sus posiciones defensivas ha provocado el zafarrancho de combate dentro del PP para echar ipso facto al marratxiner de la presidencia del partido. Este martes, en Binicomprat, encabezados por el padrinazgo moral de Gabriel Cañellas, y articulados en torno al nuevo triunvirato de poder, Isern-Company-Sansaloni, se han levantado las banderas de la revuelta. La guerra ha estallado. El hermanamiento es total. Con ellos está el grueso de la Part Forana y la Palma leal a Isern, que quiere pasar factura por el hundimiento electoral del rodriguismo en las pasadas municipales. Los cojurados destilan una voluntad común de quitar de enmedio a Bauzá esta misma semana. «Y si se pone chulo, o sigue engañando, o trata de ganar inútilmente tiempo, se quedará sin el acta de senador».

Binicomprat se ha covertido en el símbolo del alzamiento. Durante la reunión de este martes, hablaron telefónicamente con Maria Salom, que pasa unos días de descanso en Menorca. Salom se solidarizó con los alzados y se puso a su disposición. Puede ser la persona que asuma la presidencia en funciones del PP y conduzca a la organización desde una perspectiva de neutralidad, hasta el congreso extraordinario del año que viene.

En Binicomprat también se pidió a Pere Rotger que hablase con Bauzá y le exigiese «su inmediata dimisión». No tuvieron que reclamárselo dos veces. Rotger, siendo president del Parlament, tuvo que pasar por la humillación de que Bauzá y su segundo Antonio Gómez le exigiesen la renuncia una mañana de pleno parlamentario. Este martes le devolvió el raquetazo en plena cara: «José Ramón, tienes que irte ya». Bauzá respondió: «Dadme tiempo hasta el jueves». Pero los conjurados no se fían del marratxiner. De hecho, se han puesto en contacto con la dirección del partido en la calle Génova de Madrid y puesto al corriente a la dirección nacional de que han desenterrado el hacha de guerra. «O Bauzá o el partido».

La respuesta de Madrid, que ya no traga a Bauzá, ha sido contundente: «Haced un gesto y nosotros nos lo cargaremos». El gesto está al caer. Este jueves, a las 19 horas, hay cena en Binicomprat con la presencia del grueso de los cargos electos del PP. Allí, codo con codo con los conjurados, estarán alcaldes como Sagreras (Campos), Galmés (Santanyí) o Mulet (Maria) entre otros muchos . Será la hora decisiva para quitarlo de enmedio.

Mientras, Bauzá articula su estrategia defensiva protegido por los rodriguistas, convertidos en sus últimos pretorianos. Tenía que convocar Comité Ejecutivo para este jueves, «pero no lo ha hecho». Ahora se rumorea que intentará convocar para el viernes, en una intentona desesperada de superar el crochet a la mandíbula lanzado desde Binicomprat. Pero Bauzá no tiene fuerzas suficientes para resistir. Además, Rodríguez tiene muy mal cartel en Madrid...

No hacer el tonto

Con estos mimbres, los últimos reductos del baucismo están a punto de levantar bandera blanca. Eso, o la desbandada. Y la posible pérdida del acta de senador (casi 6.000 cucuruchos limpios al mes; viajes gratis total en primera donde plazca vuestra merced con lunch incluido; derecho a secretario-asistente; el super bar restaurante del Senado con precios institucionales a sus pies, y tres días de trabajo a la semana)...«Es para pensárselo y no hacer el tonto».

Mientras el triunvirato Isern-Company-Sansaloni se prepara para la toma del poder. Uno será el presidente del PP el año que viene. Los otros dos, viceprensidentes. Bauzá, kaputt; Rodríguez se jubilará y el rodriguismo tendrá que someterse a Isern...o desaparecer.

Atrás quedan los tiempos de las connivencias Bauzá-Rodríguez, cuando se sentían borrachos de poder, para armar y desarmar casinos o para montar clubs náuticos en El Molinar. Pronto el PP volverá a su esencia cañellista. Con Bauzá han perdido veinte puntos de apoyo en las urnas, un desastre jamás vivido por el centro derecha balear.

O Bauzá dimite ya, o Madrid le fulmina. O bastarán las patadas de Binicomprat. Lo ha perdido todo, excepto el desprecio de su propio partido.