El Consell de Mallorca celebró este jueves el pleno ordinario de cada mes. | Joan Torres

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La importación de residuos desde Irlanda e Italia se reanuda a partir del próximo martes tras el parón estival, a pesar de la frontal oposición de los actuales responsables del Consell. La institución insular quiere impedir la llegada de nuevos barcos y ayer acordó iniciar este proceso formalmente.

Por el momento lo tendrá complicado ya que el proceso administrativo puede durar dos meses y para entonces es muy probable que Tirme, la empresa concesionaria del tratamiento de residuos, ya haya importado las 50.000 toneladas que aún tiene autorizadas.

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La consellera de Medi Ambient del Consell, Sandra Espeja, criticó en el pleno de la institución que el anterior gobierno insular firmara autorizaciones que han terminado vinculando al nuevo gobierno. Denunció además que el proceso para revocar la autorización no ha podido comenzar hasta ahora porque su departamento no encuentra los informes con los contratos que ha firmado la empresa concesionaria. En cualquier caso, se mostró orgullosa de poder frenar la importación de residuos: «Si consigo parar aunque sea un solo barco, me doy por satisfecha», afirmó.

El PP no está de acuerdo con la decisión de la nueva mayoría y la consellera ‘popular’ Catalina Soler lo dejó claro a lo largo de su intervención. Lamentó que el gobierno insular inicie este expediente sin que existan informes ambientales, económicos y jurídicos. «Este bunyol nos va a costar un dineral», vaticinó.

La revocación de la autorización puede traer consigo el pago de indemnizaciones, según reconoció el secretario de la Corporación.