José Ramón Bauzá en el Senado.

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Será este sábado en el Palma Aquarium, entre tiburones amaestrados y sobrealimentados. El PP-Balear de Miquel Vidal, con el sector regionalista detrás, puede dar el primer paso para recuperar a sus imputados, que fueron «vejados y humillados» por Bauzá y se convirtieron «en un factor importante» en la «aplastante» derrota del pasado mayo. Las víctimas recuperables y en proceso de rehabilitación -si sale bien la jugada- son Pere Rotger (expresident del Parlament), Tomeu Cifre (Pollença), Joan Simonet (Alaró) y Montserrat Rosselló (Vilafranca). El PP ha cosechado auténticos desastres en estos municipios tas su marginación por parte de Bauzá.

De hecho, de cara a la cita del Palma Aquarium, se han realizado reuniones con la mayoría de agrupaciones locales, sobre todo de Mallorca, donde se ha pedido a la militancia su opinión sobre este deshinchamiento controlado del Código Ético de Bauzá, «mucho más rígido que el del partido en el resto de España». Todo indica que el PP va camino de la recuperación de activos «que fueron despreciados más por interés personal y la prepotencia del expresidente». Los hechos que se les imputan son en algunos casos «auténticas nimiedades». Bauzá utilizaba una imputación, aunque fuese administrativa y no ligada a la corrupción, «para apartar al que le molestaba, sin ninguna humanidad. El partido lo ha pagado muy caro. Jamás se portó así con su gente hasta que llegó él, confundiendo el partido con un cuartel».

La convención del Palma Aquarium está abierta a toda la militancia. Llega como estrella invitada Andrea Levy, la atractiva y joven vicejefa de Programas del partido, aupada a la pomada popular por Mariano Rajoy dentro del proceso de embellecimiento de la calle Génova. Su presencia le servirá a Miquel Vidal, presidente interino hasta el congreso, para santificar la jugada del Código y para traer definitivamente la paz al sector regionalista. Su máximo exponente, Biel Company, está completamente de acuerdo con este desinchamiento del Código Inquisitorial, como ya se le conoce dentro del partido, «basado en el miedo».

Una de las primeras víctimas del marratxiner fue Jaume Font, que dejó el PP y ahora es presidente de un partido (el PI) «que nos ha hecho daño en las urnas. Eso se tiene que acabar». Vidal tiene el apoyo de la maquinaria rodriguista de Palma, que también considera que «en este caso José Ramón se pasó». El propio José María Rodríguez tuvo que dimitir como delegado del Gobierno por su imputación en Over Márqueting.

No obstante, se espera algún ramalazo de resistencia por parte del sector madrileñista del partido, muy escocido después del intento de abstención regionalista en la derogación de la Llei de Símbols. Sin embargo, el debate en las agrupaciones locales y la presencia masiva de Part Forana junto a los estanques de los tiburones le dará mucha fuerza a Vidal para comenzar a impulsar el deshinchamiento del Código Bauzá. Los madrileñistas se sienten huérfanos desde la marcha del farmaceútico e hijo de militar al Senado.

¿Dónde está Joserra?

En el PP es un secreto a voces que Bauzá anda desaparecido desde hace unas semanas. Se queda en Madrid casi toda la semana y viene a la Isla muy poco tiempo, quedándose a dormir en su piso de Palma. Se rumorean supuestos problemas privados y se intentan adivinar las causas de porqué se ha esfumado. Todo es run run de pasillo y barra de bar.

Pero un hecho es cierto y palmario: Su omnímodo sanedrín cuando era el presidente se ha desintegrado. Cada uno va a lo suyo. Su vicepresidente Antonio Gómez «experimenta una metamorfosis digna de Kafka. Se ha pegado a Miquel Vidal y le ha entrado amnesia de su etapa con Bauzá, cuando actuaba de cuchillo anavajado contra los imputados. Esta metamorfosis se ha comprobado con su postura tibia en la derogación de la Llei de Símbols, de la cual fue ponente».

El exdirector de comunicación de Bauzá, Javier Fons, callado y serio, ha vuelto a su empresa privada de comunicación, desmarcándose de su época en el Consolat. Y Martí Juaneda, jefe de Gabinete de Bauzá, se dedica ahora a su pizzeria y a trabajos náuticos, muy alejado de la actividad política, completamente distanciado de Bauzá y centrado en su trabajo privado.

¿Qué ha pasado? De momento no se sabe con certeza, pero Vidal esta decidido a resucitar a los imputados y a reiniciar una nueva época de tolerancia, autoestima y respeto dentro del PP Balear. Lo saben hasta los tiburones del Palma Aquarium.