La Infanta y su marido, llegando a la sexta jornada del juicio del caso Nóos. | Pere Bota

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El excontable del Instituto Nóos Marco Antonio Tejeiro ha acusado a Carlos Masía, notario que participó en 2002 la constitución de Aizoon, de mentir cuando aseguró que la presencia de la Infanta Cristina como socia de esta empresa constituía un escudo fiscal ante Hacienda. «Fue una invención por su parte», ha incidido tajante el acusado.

Así lo ha puesto de manifiesto a preguntas de la defensa de la hermana del Rey Felipe VI, ejercida en la sesión de este martes por Pablo Molins, quien por primera vez ha intervenido en la fase de interrogatorios a los inculpados.

La declaración de Tejeiro, densa y minuciosa, ha finalizado pasadas las 17.30 horas, tras arrancar el jueves de la pasada semana.

El letrado de doña Cristina ha sido rotundo al inicio de su interrogatorio, aseverando que no tenía previsto preguntar atendidas las declaraciones de Tejeiro, en respuesta al fiscal Pedro Horrach, de que la Infanta no tenía ninguna intervención en el Instituto. No obstante, ha cambiado de parecer «a la vista del interrogatorio de Manos Limpias, que ha desoído estas afirmaciones».

Así, sobre la tesis de que el papel de la Infanta pudiera ser el de procurar que Hacienda diera un trato especial a Aizoon respecto a posibles inspecciones, el acusado ha señalado que así lo afirmó Masía debido a su enemistad con uno de los hermanos de Tejeiro.

El inculpado ha rebatido de este modo la declaración que Masía efectuó en su día ante el juez José Castro, comparecencia en la que señaló que, de cara a la puesta en marcha de Aizoon, recomendó que la Infanta Cristina no figurase en la misma puesto que era «muy peligroso ponerla en una sociedad expuesta a muchas cosas» y sometida a «muchos avatares, quiebras y concursos».

«Pero no fui escuchado», remarcó el notario, quien manifestó que realizó esta advertencia al asesor fiscal del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, que a su vez le respondió que «no habría problema» puesto que, con la Infanta al frente de Aizoon, habría «un trato especial» por parte de la Agencia Tributaria y no habría inspecciones. «Era un escudo ante Hacienda», precisó.

Según recordó, intentó dar soluciones «alternativas» a la aparición de la Infanta en la empresa, como la sugerencia de que los exduques se aplicasen el régimen de gananciales puesto que, de este modo, ella «no tenía que aparecer, no tenía que firmar, no tenía que hacer nada y no tenían que venir tres escoltas cada vez».

La propia Infanta, al ser interrogada por el juez Castro, el 8 de febrero de 2014, sobre si pudo haber sido utilizada como escudo fiscal al frente de la Aizoon, aseguró que «no, ni lo hubiese aceptado, ni me consta». «Casi me ofende, Señoría», subrayó al respecto.

Desvincula a la infanta

El excontable ha desvinculado a la infanta Cristina de las actividades desarrolladas por la entidad, aseverando que, pese a que junto al que fuera secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, formaba parte de la Junta Directiva, no desarrollaba labor alguna en la asociación.

Así lo ha puesto de manifiesto a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach durante el juicio que se celebra en Palma por el caso Nóos, en el que ha señalado que la hermana del Rey Felipe VI, socia junto a su marido de la empresa Aizoon, nunca le entregó ninguna factura ni le dio orden alguna.

Es más, ha recordado haberla visto «sólo dos veces»: la primera cuando fue a las oficinas del Instituto a buscar a su esposo, y la otra «cuando me invitaron al cumpleaños» del exduque. El acusado ha incidido que no tuvo contacto con ella más allá de esas dos ocasiones.

Preguntado por la composición de la Junta Directiva de Nóos, Tejeiro ha precisado que junto a la Infanta y García Revenga formaban parte de la misma los propios Urdangarin, Torres y el secretario de la entidad, Miguel Tejeiro.

Revenga

En el caso de Revenga, ha manifestado que no desarrollaba ningún trabajo en la asociación y «en el despacho no estaba nunca». Según ha recordado, tan sólo le vio en una ocasión con motivo de uno de los foros Valencia Summit organizados por el Instituto.

El exsecretario de las Infantas fue imputado durante la instrucción de la causa después de que Torres aportase varios correos en los que figura su nombre y con los que éste pretendía acreditar la labor de asesoramiento que Revenga habría llevado a cabo con Urdangarin respecto a su actividad empresarial.

El propio Revenga, para quien fue posteriormente archivado su encausamiento, explicó que su inclusión en el Instituto obedeció a la presencia de la Infanta como vocal en la entidad y a la confianza que Iñaki Urdangarin tenía en él depositada en relación con las cuestiones protocolarias.

Revenga aseveraba, de hecho, cómo la providencia por la que fue citado a declarar en calidad de imputado «no atribuía hechos concretos de carácter delictivo» contra él, más allá de su vinculación formal a Nóos, «que no material», entre el 23 de septiembre de 2003 y el 20 de marzo de 2006.

Es más, aseveraba que tampoco existe informe policial, administrativo tributario o escrito de cualquiera de las acusaciones personadas que tuvieran carácter incriminatorio.

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Desvincula a la infanta

El excontable ha desvinculado a la infanta Cristina de las actividades desarrolladas por la entidad, aseverando que, pese a que junto al que fuera secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, formaba parte de la Junta Directiva, no desarrollaba labor alguna en la asociación.

Así lo ha puesto de manifiesto a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach durante el juicio que se celebra en Palma por el caso Nóos, en el que ha señalado que la hermana del Rey Felipe VI, socia junto a su marido de la empresa Aizoon, nunca le entregó ninguna factura ni le dio orden alguna.

Es más, ha recordado haberla visto «sólo dos veces»: la primera cuando fue a las oficinas del Instituto a buscar a su esposo, y la otra «cuando me invitaron al cumpleaños» del exduque. El acusado ha incidido que no tuvo contacto con ella más allá de esas dos ocasiones.

Preguntado por la composición de la Junta Directiva de Nóos, Tejeiro ha precisado que junto a la Infanta y García Revenga formaban parte de la misma los propios Urdangarin, Torres y el secretario de la entidad, Miguel Tejeiro.

Revenga

En el caso de Revenga, ha manifestado que no desarrollaba ningún trabajo en la asociación y «en el despacho no estaba nunca». Según ha recordado, tan sólo le vio en una ocasión con motivo de uno de los foros Valencia Summit organizados por el Instituto.

El exsecretario de las Infantas fue imputado durante la instrucción de la causa después de que Torres aportase varios correos en los que figura su nombre y con los que éste pretendía acreditar la labor de asesoramiento que Revenga habría llevado a cabo con Urdangarin respecto a su actividad empresarial.

El propio Revenga, para quien fue posteriormente archivado su encausamiento, explicó que su inclusión en el Instituto obedeció a la presencia de la Infanta como vocal en la entidad y a la confianza que Iñaki Urdangarin tenía en él depositada en relación con las cuestiones protocolarias.

Revenga aseveraba, de hecho, cómo la providencia por la que fue citado a declarar en calidad de imputado «no atribuía hechos concretos de carácter delictivo» contra él, más allá de su vinculación formal a Nóos, «que no material», entre el 23 de septiembre de 2003 y el 20 de marzo de 2006.

Es más, aseveraba que tampoco existe informe policial, administrativo tributario o escrito de cualquiera de las acusaciones personadas que tuvieran carácter incriminatorio.

Pago de facturas

Por otra parte, Tejeiro ha afirmado que el marido de la Infanta, Iñaki Urdangarin, llamaba al Govern balear para reclamar el pago de facturas presentadas por el Instituto Nóos por trabajos que, a criterio del ejecutivo autonómico, no se habían realizado.

El acusado, que en la sexta jornada de la vista oral sigue respondiendo a preguntas de la Fiscalía, ha señalado que Diego Torres, socio de Urdangarin, pidió al entonces duque de Palma que interviniera para que el Govern completara el pago de 1,1 millones de euros pactado por la organización del foro sobre deporte y turismo celebrado en 2006.

Según relató el 9 de febrero el también acusado José Luis «Pepote» Ballester, él mismo decidió no completar el pago al Instituto Nóos porque no había hecho el trabajo acordado en cuanto a la elaboración de un plan estratégico sobre turismo deportivo, aunque finalmente se transfirió el dinero por orden del entonces presidente del autonómico, Jaume Matas.

«Cobramos normal las dos o tres primeras facturas», pero después le «iban dando largas» con argumentos como «que no había dinero, que no estaba aprobada la partida para pagar», ha manifestado Tejeiro.

Ante este bloqueo del pago, según sabe «de oídas, Torres pidió la intervención del entonces yerno del Rey, que se puso en contacto con el Govern balear para reclamar los pagos pendientes.

Confesión

Al inicio de la declaración de este martes, el fiscal Horrach ha preguntado sobre diferentes facturas y gestiones al excontable, con el que tiene un acuerdo para que confiese los delitos a cambio de limitar las penas que pide para él a 2 años de prisión.

En sus comparecencias del jueves y el viernes de la semana pasada, Tejeiro atribuyó a su cuñado, Diego Torres, y a Iñaki Urdangarin la comisión de fraudes a la Seguridad Social y Hacienda.

Además, les acusó de crear un entramado empresarial para vaciar de beneficios el Instituto Nóos, que habían creado como asociación sin ánimo de lucro y emplearon para prestar servicios a administraciones de Baleares, la Comunidad Valenciana y Madrid por los que ingresó 6 millones de euros.