Diego Torres le aguanta la puerta a su abogado, Manuel González Peeters. | Teresa Ayuga

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El exvicepresidente del Instituto Nóos, Diego Torres, cuyo interrogatorio como acusado en el juicio del caso Nóos se ha reanudado este miércoles a las 9.15 horas, ha defendido la legalidad de los convenios para la celebración de los denominados Illes Balears Forum en 2005 y 2006, por los que la entidad percibió de forma presuntamente irregular hasta 2,3 millones de euros, y ha subrayado que había supervisiones «muy intensas» a varios niveles de los eventos.

«Cada quince días se revisaban cosas o se enviaban informes», ha señalado. El inculpado, para quien la Fiscalía Anticorrupción reclama 16 años y medio de cárcel, ha justificado la utilidad de los foros y ha subrayado que «no podía haber habido mayor grado de supervisión. Mejor no se podía haber hecho».

«Las mentiras que hemos escuchado al respecto son alucinantes», ha incidido, recriminando incluso que el Instituto «ni siquiera facturó la cifra total pactada» en los convenios para la celebración de los foros.

De hecho, ha recordado que, después de que a principios de 2006 el parlamentario socialista Antoni Diéguez llamase la atención, por primera vez, sobre supuestas irregularidades en la realización de los foros, tuvo una reunión con el exdirector general de Deportes del Govern José Luis 'Pepote' Ballester, quien le comunicó que el Ejecutivo no abonaría las facturas pendientes porque así la oposición «no tendría de qué quejarse».

Torres ha apuntado a la indignación que le produjo esta respuesta ya que «habíamos cumplido con todo lo que se nos había pedido. ¿Por qué tenía que retrasarse el pago? Todo esto demuestra que es mentira que no se hubiera hecho el trabajo».

Deuda

Torres ha asegurado este miércoles que el Govern balear dejó de pagarles por el plan estratégico y el observatorio sobre deporte y turismo cuando el PSOE cuestionó en el Parlament autonómico los foros que la entidad había organizado en 2005 y 2006.

En su declaración como acusado ante el tribunal de la Audiencia de Palma, el acusado ha relatado que cuando el Govern dejó de pagar lo pactado a principios de 2007, el entonces director general de Deportes, José Luis «Pepote» Ballester, «tuvo la decencia» de decirle «a la cara: 'Mira, como hay una pregunta parlamentaria, si no pago no hay nada de lo que quejarse'».

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Ante esta respuesta, Torres solicitó la mediación de Iñaki Urdangarin, quien en aquel momento ya había abandonado formalmente el Instituto Nóos, lo que culminó en el abono de las cantidades que la entidad consideraba que le correspondían, porque «es mentira» que no hubiera cumplido el convenio. «El trabajo estaba todo hecho», ha subrayado.

Monólogo

Al inicio de la sesión, Torres ha realizado un monólogo para rebatir acusaciones que planteó este martes el fiscal Pedro Horrach, que no ha iniciado su interrogatorio hasta 35 minutos después de arrancar la vista.

La atípica intervención solo ha sido interrumpida por la presidenta del tribunal de la Audiencia de Palma, Samantha Romero, para solicitar al acusado, sin mucho éxito, que tratara de resumir sus argumentos.

Torres ha expuesto a la sala numerosos correos electrónicos para probar la «absoluta veracidad» de los gastos cargados a la Generalitat Valenciana por la organización frustrada de los Juegos Europeos, «un proyecto complejo que requiere la intervención de muchas personas».

Cuando ya había exhibido varias decenas de cartas la jueza Romero le ha pedido, para evitar que se extendiera «más de lo necesario», que en vez de leer cada documento se limitara a señalarlos para que el tribunal los valore.

«Me parece perfecto, lo resumo así..., bueno si seguimos con el documento», ha continuado el declarante, que en varias ocasiones ha anunciado que se iba a referir a «el último» correo electrónico, por lo que la presidenta de la sala ha tenido que insistirle en una segunda ocasión.

«Perdonen que me haya extendido, pero es que me parecía muy importante», ha concluido tras recalcar que «no hubo nada extraño» y todo se hizo «de buena fe».

Al terminar, la jueza ha dado paso al fiscal Horrach, que ha iniciado su interrogatorio en el tono impaciente que caracterizó parte de la declaración de este martes, por lo que Romero le ha pedido «respeto» para Torres. «Estas consideraciones sobran», le ha reconvenido tras decirle al acusado que se estaba repitiendo.