La visión a corto plazo de Armengol se comprende. Necesita de cabeza de lista un corcel treintañero, urbanita llonguet, bien visto por la levantisca tropa del PSOE-Palma pero leal a la presidenta, con formación técnica vistosa y con labia para irse a las barriadas a disputarle el voto a los podemitas. Además con servicios de brioso trotón prestados en el Consolat. Seguro que Francina ya tiene prácticamente decidido al personaje que ha de sustituir a Ramon Socias. Tiene un par de corceles de este perfil ¿Pero arreglará esta medida las cosas? A corto plazo, tal vez un pelín. A la larga, es posible que no tanto. No hay edificio sin columnas.
Ramon Socías es un ejemplo de lealtad. Siempre se ha comido los marrones que el partido le ha pedido. Y ha cumplido con eficiencia y disciplina, incluso desde antes de ser delegado del Gobierno en los duros tiempos de los escándalos judiciales. En las primarias de Palma de finales de 2014 Francina le llamó para que plantase cara a José Hila para ser candidato a Cort. Y Socías aceptó con coraje aún a sabiendas de que era una batalla perdida. Luego Francina le premió haciéndole candidato al Congreso el pasado 20-D, pero este reconocimiento jamás debería ser para cuatro meses. Socpas se había ganando ser diputado durante años.
Siempre podrá decirse que los resultados de las pasadas generales fueron muy malos para el PSIB, sobre todo en Palma. ¿Pero es Socias culpable de ello? De ninguna de las maneras. Los responsables de la debacle de Palma tienen otros nombres y otros apellidos. Son los que no dieron palo al agua durante la campaña del 20-D en las barriadas donde los socialistas suelen obtener un resultado aceptable. Son los que se desentendieron de apoyar a Socias porque había sido su contrincante en las primarias.
La política es dura en ingrata. La defenestración de Ramon Socias es un claro ejemplo. Pero las personas son como los árboles, se miden cuando han caído. Y Socías dejará un gran vacío de lo que es el honor y la grandeza en la acción pública, valores que siempre permanecen por encima de modas y novedades. Armengol necesita sanar heridas con los antiguos calvistas y unir a todos los socialistas en la dura prueba del 26 de junio. Pero nunca podrá decirse que Socias no se rompió la cara por este proyecto en las horas más difíciles.
8 comentarios
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El PSOE siempre se ha caracterizado por joder a los suyos, a los "propios". Es la historia de siempre. Demasiado malos rollos dentro, demasiadas rencillas, demasiadas humillaciones, demasiados desencantos. Arropad a los vuestros de una vez, ¿no os dais cuenta que con vuestra actitud lleváis al partido a la desaparición? Para muestra las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Pongáis quien pongáis el resultado será un fracaso, con resultado peores que los que obtuvo Ramón Socias. ¿Sabéis por qué? Porque cada vez menos gente cree en el Partido Socialista
Sanchez lo ha defenestrado por no saber hablar correctamente el castellano.
El que era delegado gubernamental cuando Durán y otro fueron llevados al juzgado esposados de forma tan ignominiosa, cosa que no había visto nunca ni he vuelto a ver, no merecía ni merece representar al pueblo, que eso es lo que son los diputados del Congreso
El titular es erroneo , ma ha dicho un pajarito que es el propio Socias el que da un paso atras, ya saben, eso de las ratas y los barcos.
ESPEREMOS QUE DESPUÉS DEL BATACAZO QUE DE NUEVO VA A DARSE EL PSOE EN LAS PROXIMAS ELECCIONES, QUIEN SE VAYA A SU CASA SEA LA FRANÇINA.
Siempre ha sido fiel a unas ideas y siempre ha estado donde se le ha requerido. Además tiene buen talante y cordialidad.
Por una vez... de acuerdo.
Me sorprenden los argumentos del periodista. Puede que Socias sea un ejemplo de lealtad en el partido, pero esto no le faculta como buena opción para el parlamento. Muy al contrario, la imagen que trasmitió el PSOE en la pasada campaña con él al frente era todo lo contrario de la imagen de renovación que supuestamente querían trasmitir. Los partidos no deberían pagar lealtades con cargos públicos, porque al final quienes pagamos somos los ciudadanos.