Una voluntaria pasea a un perro en el Centro Sanitario Municipal de Protección Animal de Son Reus. | Pere Bota

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El Centro Sanitario Municipal de Protección Animal de Son Reus, que entró en funcionamiento en agosto de 1976, cumple este jueves 40 años. La perrera, gestionada por el Ajuntament de Palma, ha dejado atrás la tasa de sacrificios propia de épocas anteriores, si bien, según la Asociación Peluditos de Son Reus, todavía no consigue potenciar la adopción de los animales que allí residen.

«El tema de los sacrificios ha marcado negativamente a Son Reus. Cort quiere darle la vuelta a esta imagen y, de hecho, ha conseguido reducir el número de eutanasias. Actualmente afectan tan sólo a un pequeño porcentaje los animales que entran. Por ejemplo, en 2015 se aplicó esta técnica a 52», ha afirmado el coordinador de Bienestar Animal del Ayuntamiento, Josep Maria Rigo, a Europa Press.

Riego recalca que en Son Reus «no se sacrifican animales mientras haya espacio», que cuando se practica alguna eutanasia «es para evitar el hacinamiento y el internamiento prolongado» y que «algunos animales llevan más de 100 días albergados», aunque la ley permite sacrificarlos si llevan más de 21 días en la perrera.

«No se potencia la adopción»

Desde Cort sostienen que en Son Reus, además de reducir el número de sacrificios y exceder el límite legal, también potencia la adopción. No obstante, la Asociación Peluditos de Son Reus comparte la primera premisa pero discrepa con la segunda. La secretaria de la asociación, María José Cabeza, ha señalado que si no fuera por los voluntarios cada mes habría sacrificios «porque que el trabajo que tendría que hacer el centro lo hacen los voluntarios y las asociaciones».

En este sentido, Cabeza considera que «lo ideal sería que Son Reus se dedicara a fomentar las adopciones y tuviera los medios necesarios para poder publicar la situación de la perrera y de los perros». También afirma que Cort «tan solo tiene una página donde publica los perros que están en adopción y detalla sus características» pero que «lo importante es dar publicidad a los animales para que las personas puedan conocerlos».

Cabeza hace referencia a la web adopta.palma.cat, donde los interesados pueden ver qué perros están actualmente en adopción. «Son Reus no ha dado ese paso de fomentar y dar a conocer a los perros. Tan sólo cuelga en la web la foto de cada uno y cuántos días lleva en el centro. Es necesario encontrar la manera de acercar los perros a las personas», resume la secretaria.

Más abandonos en verano

Son Reus, que albergó en 2015 a 6.266 animales, se encuentra en la actualidad «bastante ocupado aunque no lleno», según Riego. El coordinador de Bienestar Animal explica que «en verano es normal tener una ocupación alta porque hay más abandonos y es más fácil que los animales se pierdan por los desplazamientos».

Cada mes, la perrera recibe entre 30 y 60 perros con chip y entre 50 y 70 perros «vagabundos», denominación utilizada para aquellos que no están identificados. Riego sostiene que «los abandonos han aumentado por el crecimiento de la población y del número de perros que se tiene en los hogares» y que «no existe un perfil de animal abandonado porque, por ejemplo, los perros que sufren una renuncia pueden ser de todo tipo».

La mayoría de canes que llegan a Son Reus son vagabundos (792 en 2015), seguidos de los abandonados (519) y de las renuncias (535). En relación a estas últimas, Riego explica que «hay gente a la que le cambia las circunstancias de vida y no puede atender al animal».

Perros peligrosos

En 2014, gracias al trabajo de operarios y voluntarios, Son Reus consiguió dar en adopción a 1.134 perros. No obstante, reconoce que incentivar la adopción de los 'perros potencialmente peligrosos' es más difícil pero recalca que «ellos no nacen así» y que «también juegan y te pueden comer a besos».

Estos perros también sufren altas tasas de abandono. En este sentido, Riego explica que «requieren una licencia y un seguro y, en algunas ocasiones, son adiestrados en la agresividad». Además, el coordinador de Bienestar Animal de Cort afirma que «es el tipo de perro que tiene más dificultades para ser adoptado, aunque los voluntarios trabajan sin cansancio y lo consiguen».

Por su parte, Cabeza comenta que al precio de la licencia (entre 120 y 130 euros) hay que añadir el coste que supone tener el perro cada día en Son Reus (5.60€/día) porque «para solicitar una licencia es necesario tener el perro 'chipado' a tu nombre y los ayuntamientos suelen tardar 30 días en darte la licencia».

«Los amigos no se compran»

Desde la Asociación Peluditos de Son Reus recomiendan la adopción a través del lema 'Los amigos no se compran' y piden a las personas que han adoptado que «tengan paciencia y mucho amor» y que «pidan ayuda profesional si lo necesitan». «Si sigues las pautas adecuadas puede ser el perro de tu vida», concluye Cabeza.

Riego también considera que «antes de comprar un animal, es mucho mejor adoptarlo» y recuerda a los interesados en adoptar que «tener un animal doméstico es una responsabilidad, hay que educarlo, tenerlo en determinadas condiciones y reflexionar sobre si uno le podrá dar los cuidados necesarios durante toda su vida».

Además, el coordinador de Bienestar Animal de Cort invita a los ciudadanos a visitar adopta.palma.cat porque «todos los animales que están en adopción pueden ofrecer amor de manera incondicional y en unas cantidades enormes».