Una dependienta atiende a un cliente en una panadería. | Josep Bagur Gomila

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Las gasolineras se han convertido en una competencia directa de los hornos y pastelerías desde que ofrecen la venta de pan y otros productos de bollería, que, en su mayoría, son congelados. Así lo indicó este martes a este periódico el gerente de la Associació de Forners i Pastissers de les Illes Balears, Pep Magraner, quien anunció que ya han solicitado una reunión a la Conselleria de Salut para tratar este asunto.

«Criticamos la venta de pan en sitios donde no tiene demasiado sentido, caso de las gasolineras», indicó Magraner, quien añadió que en ocasiones «ni siquiera está precintado, lo que nos preocupa ya que ofrece una mala imagen de este producto», lamentó.

Hace años que desde la Associació de Fornes i Pastissers denuncian la «competencia desleal» de este tipo de establecimientos, que ha provocado una caída de sus ventas. Su gerente detalló que el descenso de su negocio no se debe solo a la comercialización de pan en las gasolineras sino en otros locales, como bares y cafeterías, que también venden pan congelado.

Ante la proliferación de negocios que ofrecen productos típicos de hornos y pastelerías, desde la asociación quieren solicitar una normativa «más restrictiva» con el objetivo de no acabar con la existencia de hornos tradicionales.