Marisol Ramírez. | Jaume Morey

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«A algunos alumnos se los tira y a otros los hunde en la miseria... Un misógino que se ha pasado demasiado tiempo en el armario. Tarado al amparo de la UIB porque fuera de allí le echarían de todos los sitios. Para muchos, la docencia pública es el único lugar donde delinquir sin consecuencias». Este es uno de los comentarios que la activista feminista, excandidata de Izquierda Unida y actriz Marisol Ramírez vierte en su muro de Facebook contra un catedrático del Departamento de Filología Española de la UIB -a quien ella identifica con nombre y apellido- a raíz de las bajas calificaciones de sus alumnos en el último examen, donde figuran siete ceros.

Ramírez, cuya campaña contra el docente ha sido compartida en más de medio centenar de ocasiones y ha recibido numerosos comentarios (todos favorables a ella), añade que «es un profesor que falta al respeto y suspende sistemáticamente, participa en corruptelas universitarias. Nadie del Departamento le habla excepto uno. Ha sido señalado por los alumnos para que se revisen los exámenes y, al final, ha obligado a mantener sus notas con amenazas severas a los compañeros profesores. Se tira a los alumnos, y su marido era mi compañero de aula el año pasado, trato exquisito y notas notables, para él ... En lo personal le pegó la gonorrea a mi amigo J. Amenaza a las alumnas por los pasillos. El rector sabe de su tara, pero el vicerrector lo protege, quién sabe por qué. La lista de damnificados es enorme», escribe Ramírez.

En abril del pasado año, tras una protesta colectiva de los alumnos, el Departamento de Filología Española, Moderna y Clásica ratificó la totalidad de las calificaciones del catedrático, de quien distintas fuentes coinciden en destacar su alto nivel de exigencia en las materias que imparte.

El muro de Marisol Ramírez en Facebook recoge numerosos testimonios de alumnos que plantean la posibilidad de organizar diversas protestas por la actitud del profesor; incluso alguna entrada plantea la posibilidad la exigir a la UIB la responsabilidad civil subsidiaria por la situación que se ha generado.

El rectorado de la UIB, que tiene conocimiento de la polémica, no intervendrá mientras no exceda el ámbito de las redes sociales. El catedrático se encuentra fuera de la Isla y ha declinado realizar manifestaciones.