Iago Negueruela. | Teresa Ayuga

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La presidenta Francina Armengol es de piñón fijo. Cuando se le pone algo entre ceja y ceja no da marcha atrás ni ante un terremoto. Hace tiempo que tomó la decisión de intentar que su conseller de Treball, Iago Negueruela, sea el próximo candidato socialista a alcalde de Palma. Y ahí sigue, en sus trece, agazapada pero activa, para lograrlo.

Armengol sabe que es un objetivo muy difícil (según se comenta por el Paseo Sagrera) porque en las agrupaciones de Palma continua abierta la herida de las elecciones primarias del 2014 y la estructura de poder socialista en la capital sigue apostando por Pepe Hila, actual alcalde que cederá la vara al econacionalista Antoni Noguera el próximo junio. Además, personas muy próximas a Hila en las agrupaciones de Palma, como su propia esposa, Ángeles Fernández Valiente, o la concejal Susana Moll, seguirán apostando muy fuerte por Pepe, hasta el último aliento.
Pero entre las palmeras del Paseo Sagrera ya se comenta la jugada que prepara Francina. En los aledaños del Consolat calculan que a Hila no le hace ninguna gracia pasar a la «degradación» de teniente de alcalde. Intentarán «contentarle» para que se sienta a gusto. Será un caramelo «envenenado», pero de un sabor maravilloso.
Le están buscando a Pepe una vistosa canongía fuera de Cort para que no tenga que pasar el trago de la degradación. Se habla de varias posibilidades, incluso que le hagan Gran Almirante del puerto de Palma ahora que se vuelve a hablar de construir el boulevard del Passeig Marítim. Antoni Noguera ha trabajado mucho esta posibilidad y podría ser una de las grandes medallas que se ponga una vez nombrado alcalde y con la mirada puesta en los comicios del 2019.
A Pepe le podrían convencer de que si le hacen primer lord del Almirantazgo también se podría poder parte de esta medalla. Además ocuparía un despacho de relumbrón, casi un portaaviones. El problema, dicen, es que Francina tiene que remover demasiadas sillas para ponerle a Pepe el anzuelo delante de la boca y eso la pone nerviosa.
Pero la decisión de apoyar a Iago como candidato a Cort-19 está tomada. El PSIB necesita un nuevo perfil si quiere frenar la embestida de Podemos, que en la actualidad son los amos del Eixample de Palma. Francina necesita un porte juvenil, dinámico, preparado (Iago es inspector de Trabajo) y de indudable pedigrí de izquierdas, que Negueruela reúne con creces ya que su progenitor es un destacado socialista y sindicalista gallego.
De una manera discreta, personas próximas a Francina ya están buscando apoyos en Palma para solidificar la apuesta por Negueruela. Todo con mucho tacto. Hay tiempo, pero tampoco demasiado. El año que viene el asunto debe quedar zanjado. Ahora mismo Pepe es intocable porque sigue siendo el alcalde, pero cuando amanezca junio las cosas pueden cambiar a ritmo de crucero.
No lo dirá públicamente porque es un aliado imprescindible, pero Francina tiene como obsesión frenar el avance de Podemos en Palma. Sabe que el PSIB se juega muchísimo en el envite. Armengol tiene experiencia en el manejo de frenos, sean de pie o de mano. Una de las claves de su éxito es que siempre le ha sabido disputar el voto a MÉS en la Part Forana mallorquina, terreno, teóricamente mucho más abonado para los nacionalistas. Siempre les ha sabido comer parte de la tostada. ¿Por qué no intentar lo mismo en Palma?
En la capital la jugada es diferente, pero en la misma dirección. Se trata de pescar en esta gran masa de votos del Eixample, a menudo de personas procedentes de la inmigración, castellanoparlantes y firmemente de izquierdas. Por eso piensa en Negueruela, el mejor antídoto contra las huestes de Jarabo y Camargo, y además leal hasta la médula a Francina Armengol. Sí: en el fondo es una cuestión de lealtad.
Ya es harto sabido que Pepe en un especialista en ir por libre. Lo suyo es volar como los pájaros y sólo bajar al nido de su grupito de íntimos. Y eso no gusta en el Consolat, ni en ningún Consolat o Desconsolat del planeta.