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Un total de 34 mujeres y 28 menores víctimas de violencia de género viven en casas de acogida gestionadas por administraciones públicas en Baleares, según datos del Instituto Balear de la Mujer (IB-Dona).

Así lo ha explicado la directora del IB-Dona, Rosa Cursach, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que señala que en los tres primeros de 2016 el IB-Dona recibió 3.691 denuncias, de forma que prevé que el cómputo final sea similar al dato de 2015, de unas 4.600 denuncias.

CASAS DE ACOGIDA

En Baleares, hay cuatro casas de acogida: dos en Mallorca, una de ellas gestionada por el Ayuntamiento de Palma; una en Menorca y otra en Ibiza, gestionadas ambas mediante convenios con los respectivos Consells Insulars, y además también hay un convenio con el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) para acceso a pisos por parte de mujeres víctimas, con un alquiler adecuado a su renta.

Según ha explicado Cursach, el número de mujeres víctimas en acogida «varía muchísimo» ya que «no todas las mujeres que son víctimas necesitan acogida». Se trata de mujeres que no tienen una red de familia o amigos a la que acudir o posibilidades para buscar un alquiler. Además, no es necesario haber presentado denuncia para acceder al servicio de acogida.

Algunas entradas se producen por emergencia, por ejemplo si la policía todavía no ha localizado al agresor y se considera que la mujer o los hijos necesitan protección. También se ofrece este servicio para mujeres víctimas que necesitan acompañamiento para denunciar o para iniciar un proceso de separación y no tienen posibilidades de seguir viviendo en el domicilio.

Las estancias más largas, por otro lado, son las que suelen enfocarse a pisos del Ibavi, si bien desde el IB-Dona Cursach señala que la mujer víctima «necesita un proceso para poder vivir por sí misma antes de irse a una vivienda ella sola».

Además, si la mujer no tenía trabajo, el proceso para poder conseguir autonomía es más largo. En este sentido, el IB-Dona también cuenta con convenios con empresas y orientación laboral para inserción de mujeres víctimas de violencia de género.

VISITAS DE LOS PADRES

Por otra parte, Cursach ha insistido se dan situaciones «muy complejas» porque «las denuncias van por una vía y el proceso familiar por otra». En este sentido, un juzgado de familia puede establecer que el padre tiene derecho a visitar a los hijos de una mujer víctima y después el juzgado de violencia sobre la mujer establece una orden de alejamiento.

Para ello, existen puntos de encuentro con mediación donde llevar a los hijos. No obstante, desde 2015 los hijos de mujeres víctimas de violencia de género también son considerados víctimas y «por lo tanto, estos niños que son víctimas de violencia, tienen que seguir yéndose con el maltratador hasta que se pueda revertir la sentencia del juzgado de familia», ha lamentado la directora del IB-Dona, que ha advertido que este tipo de situaciones «frenan» a la hora de poner una denuncia, «precisamente porque no saben qué va a pasar con los hijos».

AYUDA PSICOLÓGICA Y ASESORAMIENTO LEGAL

En todas las casas de acogida se da atención psicológica, como también la hay para mujeres que no tienen necesidad de acogida. El año pasado, el IB-Dona prestó 1.900 horas de asistencia psicológica. Además, hay un servicio especial de atención psicológica para víctimas de agresiones sexuales.

Asimismo, también se ofrece asesoramiento legal para separaciones o causas penales.

Por otra parte, existe un teléfono de asistencia 24 horas (971 17 89 89) que recibe cerca de 1.300 llamadas anuales de media. Suele recibir más llamadas en fin de semana y épocas de vacaciones, «momentos en los que hay mayor convivencia». Asimismo, la policía o el 112 también realizan avisos a este teléfono y después el IB-Dona se pone en contacto con la víctima.

En total, el IB-Dona ha realizado en 2016 unas 3.900 atenciones a más de 400 mujeres. Acuden al Instituto desde adolescentes hasta mujeres mayores, si bien la mayoría están entre los 35 y los 55 años.

Además, las técnicas del Institut advierten que en muchos casos han detectado casos de violencia a partir de entrevistas para asesoramiento en un divorcio.

En cuanto a agresiones sexuales, «es muy difícil saber cuántas hay», pero «normalmente la puerta de entrada es el hospital que hace el parte judicial, o a través de la Policía». CURARSE DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para «curarse» de la violencia de género es «muy importante» la atención psicológica, según ha destacado la directora del IB-Dona. «Ellas mismas dicen que es mayor el daño moral y psicológico que el físico, que se cura rápido», ha explicado Rosa Cursach, que señala que «hay todo un maltrato psicológico de desvaloralización de la persona y aislamiento».

Por otra parte, también es «fundamental» el papel de la sociedad, «no sólo socialmente sino también cuando una amiga, familiar o conocida manifiesta de alguna forma que está sufriendo violencia; tomar partido por la víctima no es solamente manifestarlo públicamente, sino también acompañarla en el proceso de decisiones y en la denuncia», ha indicado Cursach.

Por otra parte, Cursach ha pedido no olvidar la «prevención» y «sensibilización» ya que «el aislamiento de la familia es muy sutil», si bien «cada vez somos más conscientes» de «signos de alarma» como los «comentarios machistas».

«Denunciar no es fácil, sobre todo cuando es alguien con quien has convivido y al que has querido y que te creías que te quería», ha reflexionado la directora del IB-Dona.

SEIS VÍCTIMAS MORTALES EN 2016

En Baleares, la cifra de mujeres víctimas mortales de violencia de género ascendió a seis fallecidas en 2016, cinco de ellas en Mallorca y una en Ibiza.

A ello hay que sumar el asesinato de un joven, en el contexto de violencia de género, a manos del exmarido de su pareja actual en Calvià.