El trabajo de investigación ha sido realizado por la asociación mallorquina Tursiops, en colaboración con el Instituto alemán de Parasitología Animal de la Universidad Justus Liebig de Giessen.
La Asociación Tursiops, que estudia la población de cachalote en Baleares desde hace más de diez años, recogió muestras de heces de 25 cachalotes durante una campaña con voluntarios desarrollada el verano pasado.
En la primera fase de estudio, se ha analizado la presencia de helmintos (gusanos) y protozoos. El director del estudio, Carlos Hermosilla, ha detectado parásitos de hasta seis especies diferentes en el 92 % de las muestras.
Además, en el 80 % de las heces el parasitólogo ha identificado anisakis, en proporción mucho mayor que en especies de peces comerciales.
La presencia de este parásito es relevante «por su alta nocividad en las mucosas estomacales de los hospedadores», según explica a EFE la oceanógrafa de la Asociación Tursiops, Marga Cerdà.
Además de anisakis, se han identificado otras tres especies de parásitos que pueden infectar y afectar a humanos, aunque de forma más moderada (Balantidium, Diphyllobothriida y Giardia).
Cerdà explica que los resultados son «sorprendentes» porque revelan presencia de parásitos en el aparato digestivo de la mayoría de los cachalotes de Baleares.
«Por el momento desconocemos cómo puede afectar al cachalote como huésped ni las implicaciones que puede tener el hecho de que el cetáceo actúe como dispersor», ha precisado la oceanógrafa.
El estudio es la primera investigación sobre la carga parasitaria de los cachalotes (Physeter macrocephalus), especie catalogada en peligro en el Mediterráneo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y supone un avance científico para conocer la dimensión y el alcance de la parasitosis en animales salvajes del Mediterráneo.
La oceanógrafa ha subrayado la importancia del cachalote en el ecosistema pelágico «puesto que invierte el ciclo natural de la materia en mar abierto, es decir, se alimenta en profundidad y defeca en superficie, lo que permite a los organismos de la capa superficial iluminada aprovechar esta materia orgánica para crear vida».
Se estima que el cachalote consume unos 450 kilos de alimento al día, «así que su papel como dispersor de parásitos en heces es evidentemente muy importante», precisa Cerdà, que también llama la atención sobre el hecho de que el hallazgo se haya realizado en el Mediterráneo, «un mar semicerrado, en el que los problemas de contaminación son más preocupantes que en grandes océanos».
Los científicos que han participado en este primer trabajo, evaluarán en próximos estudios tanto la infestación de cachalotes como su papel dispersor y se profundizará en el análisis de todos los grupos animales presentes en las heces de cachalote.
Además, destacan la importancia que para este tipo de estudios representa que todas las muestras hayan sido obtenidas de ejemplares vivos.
Los resultados del estudio se presentarán en el XXVII Congreso Mundial de Parasitología Veterinaria que se celebrará en septiembre en Kuala Lumpur (Malasia).
6 comentarios
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Funcionario significa que funciono, no que trabaje en la administración pública. ¿Lo entiendes o quieres que te haga un dibujo?
!...Mariaaaa, tira el cachalote de la nevera, que tiene bichoooos...!
@funcionario, y que lo digas tú, con ese nick de "funcionario"...
Casi como el PP, lleno de parásitos y algunos gusanos(as).
Hay mucho parásito suelto..no sólo en el mar
Seguro que es culpa de los vertidos al mar de los humanos